Exordio
Aunque hoy el uso del término es poco común y se considera anticuado o despectivo, su origen y significado están ligados a la sociedad medieval y renacentista española, así como a la literatura y las tradiciones populares.
Esta vez seremos especialmente cuidadosos para evitar que entre las líneas de este artículo se deslicen nombres de personajes actuales que encajan perfectamente en el sentido eufemístico de rameras. Los que consumen los servicios de las rameras en la acepción oficial sabemos quienes son: los que más alzan la voz para exigir su eliminación, es decir, los hipoprogres.
Ramera. Etimología
La palabra ramera tiene sus raíces en prácticas medievales. Según diversas fuentes, proviene de la costumbre de colgar ramos de flores o ramas en las puertas de ciertos establecimientos para indicar que allí se ejercía la prostitución. Esta práctica buscaba disimular la actividad, haciéndola parecer un lugar de reunión social, como una taberna.
Otra interpretación, recogida por Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o española (1611), señala que el término podría derivar del hecho de que estas mujeres vivían en chozas cubiertas de ramas en las afueras de las ciudades, lugares donde ejercían su oficio.
El vocablo aparece registrado por primera vez en español a finales del siglo XV, como en La Celestina (1499), de Fernando de Rojas, donde se utiliza con el sentido peyorativo que ha perdurado hasta hoy.
Significado y usos
El diccionario oficial es, también en este caso, escueto: ramera significa prostituta, sin más.
Sin embargo, se usa también para describir a mujeres inmorales o de conducta censurable. El Diccionario de Autoridades (1737) define ramera como la mujer que hace ganancia de su cuerpo, expuesta vilmente al público vicio de la sensualidad, por el interés.
Actualmente, el término es considerado formal o arcaico y ha sido reemplazado por otras palabras más neutrales o específicas dependiendo del contexto.
Usos históricos y culturales
Ramera es un término recurrente en la literatura española desde la Edad Media. En La Celestina describe personajes femeninos asociados a la prostitución o a comportamientos inmorales. También aparece en textos del Siglo de Oro español y en refranes populares que reflejan la percepción social hacia estas mujeres.
En Salamanca, el término está vinculado al famoso Lunes de Aguas. Durante la Cuaresma, las prostitutas eran expulsadas temporalmente de la ciudad por orden real. Al finalizar este período, los estudiantes cruzaban el río Tormes para traerlas de vuelta en una celebración festiva.
Ramera. Curiosidades
Eufemismo medieval. Se dice que ramera era un término más pudoroso que prostituta, lo que facilitaba su uso en contextos sociales menos formales.
Simbolismo religiosos. En textos religiosos y alegóricos, como los relacionados con la figura bíblica de la ramera de Babilonia, el término adquiere un significado metafórico relacionado con el pecado y la corrupción moral.
En teatro feminista o cabaret político, por ejemplo, se utiliza para cuestionar roles impuestos a las mujeres y reflexionar sobre temas sociales relacionados con género y moralidad.
Muchos ramos de flores colgando se han visto este fin de semana en uno de esos congresos regionales del Partido Picospardista…¡En fin, ramosa cornua!