Exordio
Cuando comenzamos a escribir este artículo nos dimos cuenta de la conveniencia de hacer algunas aclaraciones previas, que, de hecho, quedaron reflejadas en De moros y morerías. Y, una vez en este punto, regresamos al punto de partida…
El moro Muza. Origen
La expresión el moro Muza tiene un origen histórico arraigado en la conquista musulmana de la Península Ibérica. Musa ibn Nusair fue un caudillo árabe de origen yemení, gobernador nombrado por los Omeya para controlar el Norte de África a principios del siglo VIII. Junto con su lugarteniente Tarik, lideró la conquista musulmana de la Península Ibérica, aprovechando la decadencia del reino visigodo.
La prolongada presencia musulmana en la península, que se extendió casi ocho siglos, permitió que personajes como Muza se arraigaran pasando al acervo cultural español. Con el tiempo, las leyendas y el folklore fueron construyendo alrededor de Muza un aura de misterio, como la famosa historia de los tesoros enterrados que no pudo llevarse cuando fue llamado a Damasco. Estas narraciones contribuyeron a mantener viva su memoria trascendiendo su condición de personaje histórico. Su incorporación al lenguaje cotidiano, a través de expresiones y frases hechas, terminó de consolidar su presencia. Muza se convirtió en un símbolo que representaba aspectos de la herencia árabe en España, sirviendo como un puente simbólico entre las culturas cristiana y musulmana.
Moro Muza. Usos
La figura de Muza pasó así a generar expresiones populares como Es cosa del moro Muza para desentenderse de algo, ¡Cuéntaselo al moro Muza! para expresar incredulidad o Aunque lo mande el moro Muza para indicar negación.
En diferentes regiones españolas, la figura de Muza adquirió matices particulares. En Valencia y Cataluña, por ejemplo, se utilizaba para asustar a los niños, creando toda una mitología en torno a su persona.
Muza. Literatura y curiosidades
Su presencia se extendió más allá del folklore, apareciendo en romances, literatura española y en publicaciones como la revista satírica cubana El Moro Muza del siglo XIX. Es interesante notar que, aunque se le llama moro, técnicamente era de raza árabe, siendo moro un término más amplio que se refería a las poblaciones bereberes del norte de África.
Como curiosidad destacamos las leyendas que circulaban sobre Muza, como la que hablaba de grandes tesoros enterrados en diversos lugares, especialmente en una cueva de Montserrat, que no pudo llevarse cuando fue llamado a Damasco. De esta leyenda hablaremos en otro momento: estén atentos.
Así, a pesar de ser un personaje del siglo VIII, su influencia en el lenguaje y la cultura española ha perdurado hasta nuestros días, convirtiéndolo en algo más que un simple personaje histórico porque de la historia de Muza sabemos, en general, entre poquísimo y nada. Y así nos va…