Exordio
Flagrante es una de esas palabras que suelen causar confusión. Seguro que más de una vez se habrán percatado de que cuando alguien la dice, lo hace con cierto temor a pronunciarla mal. Y cuando se escribe se pierde el miedo y, sin rubor, se pone un fragrante y se queda uno más ancho que largo, sobre todo cuando se es profesional de la lengua en su versión periodística (ese caso salió publicado en un diario de los que le gustan a Sánchez, a finales de 2021, creo recordar. ¡Lástima no haberlo fotografiado!
Flagrante. Etimología y significado
La palabra flagrante proviene del latín flagrans, flagrantis, que significa que está en llamas o que arde. Este término deriva del verbo flagrāre, que significa, claro, arder o estar en llamas.
Tres acepciones de este adjetivo contempla el diccionario oficial:
- Que flagra.
- Que se está ejecutando actualmente.
- De tal evidencia que no necesita pruebas.
Y ¿qué es flagrar? Es un verbo intransitivo y de uso poético que significa arder o resplandecer como fuego o llama, y que también procede del latín flagrāre.
Claro, evidente, obvio, manifiesto, patente, palpable, indudable, incuestionable e incontestable son los sinónimos de flagrante que cita expresamente el diccionario de la RAE.
Usos de flagrante
El uso más común de flagrante es en el ámbito legal, donde se habla de delito flagrante para describir una infracción penal que se está cometiendo en el momento en que es descubierta. También se utiliza en contextos más generales para describir situaciones o acciones que son claramente evidentes o indiscutibles.
En el ámbito judicial, la flagrancia permite la detención inmediata de una persona sin necesidad de una orden judicial previa, debido a la evidencia clara del delito. Este concepto es fundamental en procedimientos penales rápidos y en la actuación policial.
Confusión
Quizás para un hispanohablante medio es algo difícil la correcta pronunciación de flagrante. Hagan la prueba y verán que, desde luego, no es de esas palabras que salen de carrerilla, sino que en este caso, hay que pensar antes de decirla.
Y es posible que esa sea la causa de los errores que provoca. El más habitual es decir fragrante por flagrante. No son palabras homófonas porque no suenan exactamente igual (si las pronunciamos bien, claro). Son parónimas.
Y, ¡cómo no!, es muy importante no confundir flagrante con fragante. Mientras que la primera se refiere a algo evidente o que está ocurriendo en el momento, la segunda describe algo que tiene un olor agradable.
Una curiosidad interesante es que la expresión en fraganti es una deformación vulgar del latín in flagranti, que significa en el acto. Esta expresión se utiliza comúnmente para describir a alguien que es sorprendido mientras comete un delito. Sin embargo, y curiosamente, suele utilizarse más la locución latina que la adaptada al español. Si se escribe in fraganti debe ponerse siempre con letra cursiva o entrecomillado.
Cine y fotografía
Delitos flagrantes es una película de Raymond Depardon (1994).
En flagrante es una colección de fotografías realizadas por Chris Killip, en el noreste de Inglaterra entre 1973 y 1985.