Hablarydecir

julio 30, 2024

Exordio

Se habrán enterado todos ustedes de que acaban de comenzar los Juegos Olímpicos en París (o en lo que quede de París). Y sabrán, aunque ojalá no lo supieran, que en la ceremonia de inauguración no faltaron escarnios a la religión católica y a la propia naturaleza de las cosas porque no puede haber progre con respeto a los demás, pese a lo que predican. Y es que nadie puede ir contra mí pero yo puedo ir contra lo que proceda para cercenar los baluartes de la sociedad.

Sirva el preámbulo anterior como comentario general sobre una sociedad podrida que se mofa de lo que se atreve pero pone pie en pared si a alguien se le ocurre pensar diferente a ellos.

¿Qué es hablarydecir?

Hablarydecir no nació en abril de 2024 para enfrentarse con esos energúmenos que reniegan de la razón y de la naturaleza acusando de negacionistas a quienes pensamos con espíritu crítico, como seres humanos medianamente inteligentes. No nacimos para eso pero es ese uno de nuestros fundamentos más asentados.

Surgimos para hablar y para decir de nuestra lengua española y de la literatura en español combatiendo a los extranjerismos que están machacando a nuestras raíces. Para analizar la etimología de las palabras. Para publicar pequeñas obras literarias en forma de poemas y microrrelatos. También, claro, para informar de las efemérides de todos y cada uno de los días del año, para ver curiosidades de nuestro idioma, para intentar resolver dudas, para rescatar palabras del olvido, para insultar con propiedad

Todo sin grandes pretensiones, sin querer llegar a sesudos análisis de nada sino a información básica y legible de todo lo que atañe a la lengua y a la literatura. No somos innovadores ni pioneros pero tampoco es ese el propósito. Queremos llegar a la mayor parte posible de personas interesadas en estas pequeñas cosas, a esas gentes que tienen curiosidad por aprender o por leer.

El código de hablarydecir

Nuestros fines pues, no son políticos pero sabemos que la política es la que marca nuestras vidas y las de las posteriores generaciones. Y en esa batalla vamos a estar siempre, aunque no nos dejen. No nos importa que se nos vea el plumero porque ni siquiera lo escondemos, vamos con la mirada clara y lejos y la frente levantada. No nos gustan las patrañas y, por tanto, las encaramos.

Queremos contribuir mínimamente a hacer una España mejor y una sociedad más sostenible, como dicen ellos y que, en realidad, quiere decir razonable, sustentable. Las ruedas de molino son para otros, hablarydecir no es que no las quiera, es que las rehúye porque aquí hablamos y decimos sobre algunas cosas que nos interesan y que vamos a defender por encima de todo. Defendemos la libertad, la franqueza, el honor, la responsabilidad, la bonhomía, el esfuerzo, el sentido común, las leyes de la naturaleza. Sabemos que cada derecho debería conllevar una obligación, que la inmediatez en la consecución de deseos jamás fue una buena opción, que engañar es estafar, que Sánchez carece de legitimidad y es mendaz aunque no solo mendaz. Por eso luchamos también contra las manipulaciones del lenguaje, contra esas estúpidas posverdades.

Nuestro propósito

No es hablarydecir un sitio para tratar sobre asuntos de actualidad pero no nos duelen prendas en llamar majadero al majadero y perverso a quien ejerce la maldad. Que la justicia sea justa no debería ser una pretensión y que la libertad no se debe cimentar en prohibiciones no puede ser una utopía, porque es una esencia.

Sabemos también que el lenguaje sirve para conseguir propósitos falsarios, que ahora se llama derecho a lo que no lo es, que se llama libertad a la coerción, que se inventan racializar para atentar contra la naturaleza porque todos tenemos raza pero nadie está racializado. Y sabemos que, en cuanto al lenguaje, ahí está nuestra misión.

¿Qué será?

Por supuesto hablarydecir es y será un lugar gratuito al alcance de todos porque ese es nuestro deseo: llegar a la mayor parte posible de la población honrada, para que pensemos entre todos, para que antes de pronunciar una palabra sepamos lo que en verdad significa y lo que supone. Porque ilegal quiere decir ilegal, tanto como rebelión es rebelión.

Ahora es su turno. Si no le gusta lo que aquí lee, deje de hacerlo y critíquenos todo lo que sea menester. Si hay cosas que le gustan y otras que no, prescindan de las últimas. Y si le gusta todo o casi todo, adelante: nos pasará como a Abascal con Vox, porque hay muchas cosas que debemos mejorar y lo vamos a hacer, especialmente en el apartado técnico, sistemas y organización de búsquedas, comunicación con los usuarios, etcétera. Denos un poco de margen y lo lograremos, porque voluntad y tesón no nos faltan.


Y si difunde la existencia de hablarydecir se lo agradeceremos vitaliciamente, sin artificios retóricos. En cualquier caso, muchas gracias por su apoyo y en hablarydecir@gmail.com estamos a su disposición.

Hablamos y decimos

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