Exordio
¿Recuerdan ustedes cuando en todos los medios de comunicación y de información existía la figura de los correctores ortotipográficos y de estilo? Sí, en plural, a poca actividad que tuviera el medio. Pues esa función está en gravísimo riesgo de extinción. Y así nos va, viendo y leyendo cosas como las que vamos a comentar…
Hipercorrección. ¿Qué es?
Aclaremos, en primer lugar, que el diccionario oficial no contempla al término, pero sí hiperactividad o hipermercado, amén de muchas más formas con hiper-. En fin, son cosas de la RAE, como que el diccionario contenga al término ortotipografía pero no ortotipográfico…
Y pese a ese desconocimiento académico, la hipercorrección es un fenómeno lingüístico en el que una persona, al intentar evitar un error gramatical o fonético, comete otro error, generalmente más grave. Sucede cuando alguien aplica reglas gramaticales o de pronunciación de manera incorrecta o excesiva.
Por ejemplo, en español, algunos hablantes dicen hubieron en vez de hubo, por creer que es así como se concuerda: hubieron muchas personas pensando que así es más correcto, cuando en realidad es hubo muchas personas.
Este fenómeno no solo ocurre en el habla, sino también en la escritura, y puede ser más frecuente entre aquellos que están aprendiendo un idioma o que intentan hablar con un nivel de formalidad o corrección lingüística elevado. Es una muestra de la dificultad y complejidad de las normas gramaticales.
¿Por qué la hipercorrección?
Este error común se produce cuando los hablantes, en un intento de aplicar correctamente las reglas de acentuación, las extienden a casos donde no corresponden. Analicemos por qué ocurre:
- Regla general. En español, las palabras llanas (con acento en la penúltima sílaba) que terminan en consonante distinta de n o s llevan tilde.
- Caso especial. Las palabras llanas como volumen, imagen u origen al terminar en n, no llevan tilde nunca.
- Cambio en plural. Al formar el plural volúmenes, imágenes u orígenes las palabras dejan de ser llanas para convertirse en esdrújulas (acento en la antepenúltima sílaba), por lo que sí llevan tilde.
- Confusión. Muchos hablantes, al ver la tilde en el plural, asumen erróneamente que también debe llevarla en singular, escribiendo incorrectamente volúmen.
Este patrón se repite con otras palabras similares: examen y exámenes, joven y jóvenes, margen y márgenes…
Corolario
La hipercorrección surge del prurito de sonar correcto y evitar errores, pero paradójicamente lleva a cometer otros. Es un fenómeno lingüístico que refleja la complejidad de las reglas de acentuación y cómo los hablantes intentan aplicarlas, a veces de manera excesiva.
Este error es tan común que incluso personas con un buen dominio del idioma pueden cometerlo ocasionalmente, lo que demuestra la importancia de revisar constantemente nuestro uso del lenguaje, incluso en aspectos que creemos dominar.
Presentamos algunos ejemplos en Consecuencias de la hipercorrección.