¿Qué fueron las Universidades laborales?
Las Universidades laborales fueron un conjunto de instituciones educativas creadas en España entre 1955 y 1981, impulsadas por el Ministerio de Trabajo bajo el mandato de José Antonio Girón de Velasco, entonces ministro franquista. Su objetivo era ofrecer formación académica y técnica a hijos de trabajadores, especialmente de familias con escasos recursos, en régimen de internado o media pensión.
Se construyeron 21 centros en distintas provincias, con instalaciones de gran envergadura, muchas de ellas hoy reconvertidas en institutos, centros culturales o campus universitarios. La primera fue la Universidad Laboral de Gijón (1955), y otras destacadas fueron las de Córdoba, Cheste, Tarragona, Alcalá de Henares y Las Palmas.
Universidades laborales. Qué significaron y qué supusieron
- Cobertura educativa para clases trabajadoras: ofrecieron acceso a educación secundaria, formación profesional e ingenierías técnicas a jóvenes que, de otro modo, habrían quedado fuera del sistema educativo.
- Modelo pedagógico alternativo: con fuerte énfasis en la disciplina, la formación técnica y la preparación para el mundo laboral. En algunos casos, incorporaban enseñanzas artísticas, deportivas y culturales.
- Infraestructura monumental: muchas de las sedes fueron diseñadas con ambición arquitectónica, como la de Gijón, que llegó a ser el edificio más grande de España en su momento.
- Internado masculino: la mayoría de los centros eran exclusivamente para varones, salvo excepciones como Cáceres y Zaragoza, que fueron femeninos. Solo en los últimos años se hicieron mixtos.
- Instrumento de promoción social: más allá del marco ideológico inicial, muchos alumnos recuerdan estas instituciones como espacios de oportunidad educativa y ascenso profesional.
Por qué se cerraron
El proceso de cierre fue gradual y respondió a varios factores:
- Cambio de modelo educativo: con la llegada de la democracia y la reforma del sistema educativo, se apostó por la integración de todos los centros en una red pública común.
- Desvinculación ideológica: al estar vinculadas al aparato institucional del franquismo, su continuidad resultaba difícil en el nuevo marco político.
- Reestructuración administrativa: entre 1979 y 1981, muchas universidades laborales se reconvirtieron en Centros de Enseñanzas Integradas y sus competencias pasaron del Ministerio de Trabajo al de Educación.
- Coste de mantenimiento: la envergadura de los edificios y el modelo de internado suponían un coste elevado que no se justificaba en el nuevo contexto. Ya ven, rascando costes de la educación y la cultura, jamás de gastos políticos, por ejemplo.
Como se ve al instante, se resume en elementos peregrinos totalmente injustificables, ya que la única razón fue ocultar y suprimir parte de la política social del franquismo.
¿Quiénes estudiaron en Universidades laborales?
Uno de los casos más conocidos es el de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, quien estudió en la Universidad Laboral de León. También José Bono, exministro y expresidente de Castilla-La Mancha, como alumno de una Universidad Laboral, aunque en su caso fue en régimen externo.
Estos centros formaron a miles de alumnos que luego ocuparon cargos públicos, técnicos, docentes y profesionales en todos los ámbitos. Se estima que cerca de medio millón de estudiantes pasaron por sus aulas. Y entre ellos, muchos han dedicado su vida posterior a propagar relatos de crueldad franquista, tan falsos como fácilmente desmontables. El problema no es desmontarlos: es que hay quienes se los creen, los repiten y no dan más de sí. Son ellos quienes deberían leer. Pero no lo hacen. Ni quieren. Y por eso mienten y ocultan.