Exordio
Una vez publicado el poema Letanía egoísta, de Clara Lair, nos ha dado por hacernos una pregunta bastante sencilla: ¿sabemos qué es exactamente una letanía? Vamos a verlo…
Letanía. Origen
Este vocablo proviene del griego antiguo λιτανεία (litaneía), que significa súplica. Esta palabra pasó al latín como litania y de ahí al español como letanía. Las letanías tienen sus raíces en la tradición de repetir frases cortas durante la oración y la adoración. Se remontan a los primeros siglos del cristianismo, cuando se utilizaban como fórmulas de súplica y alabanza.
Significado
Cuatro acepciones señala el diccionario oficial, de las que dos son de índole religiosa:
- Oración cristiana que se hace invocando a Jesucristo, a la Virgen o a los santos como mediadores, en una enumeración ordenada.
- Procesión que se hace regularmente por una rogativa cantando las letanías.
- Lista, retahíla, enumeración seguida de muchos nombres, locuciones o frases.
- Insistencia larga y reiterada. Por ejemplo: ‘No vengas con esa letanía’.
Vemos pues que en el contexto religioso, una letanía es una forma de oración que consiste en una serie de peticiones o súplicas repetidas. Estas oraciones se utilizan en servicios y procesiones, especialmente en la religión católica y algunas formas de adoración judía. Las letanías son invocaciones repetidas y cantadas de peticiones dirigidas a Dios, a la Virgen María o a los Santos.
Las dos últimas se producen por el efecto de imitación o mímesis: si las propias de la religión son una enumeración ordenada de súplicas, las profanas usan el término simplemente para referirse a la propia repetición.
Letanía. Usos
En el cristianismo, las letanías invocan a los santos, la Virgen María o Jesucristo como mediadores. Constan de una serie de peticiones que se recitan de manera repetitiva. Un ejemplo conocido es la Letanía de los Santos, que se reza en diversas ceremonias religiosas. Este tipo de oración estaba en uso entre el pueblo judío en la época de Jesús.
Adaptación de las letanías
En Hispanoamérica, las letanías han adoptado características propias de la cultura y tradiciones locales. Por ejemplo, durante las festividades religiosas, es común escuchar letanías que incluyen referencias a santos locales y elementos culturales específicos de la región. Un ejemplo notable es la Letanía de la Virgen de Guadalupe, que se reza en México y está profundamente arraigada en la devoción popular a la Virgen de Guadalupe.
En Europa, las letanías también han evolucionado para reflejar las tradiciones y prácticas religiosas locales. En España, por ejemplo, durante la Semana Santa, se recitan letanías específicas en las procesiones que incluyen invocaciones a santos y mártires locales. Estas letanías son una parte integral de las celebraciones y reflejan la rica herencia religiosa del país.
En algunas regiones de África, las letanías han sido adaptadas para incluir elementos de las tradiciones y creencias africanas. Por ejemplo, en ciertas comunidades católicas de África Occidental, las letanías incluyen referencias a figuras religiosas locales y elementos de la espiritualidad africana, creando una fusión de prácticas religiosas.
Otros ejemplos concretos son:
- La Letanía de los Santos en Filipinas, que se recita en tagalo y otras lenguas locales y puede incluir invocaciones a santos que son particularmente venerados en la región.
- En Sevilla y en muchísimas más poblaciones españolas, durante la Semana Santa, se recitan letanías específicas en las procesiones con invocaciones a santos y mártires locales, reflejando la rica herencia religiosa de la región.
- En Colombia, la Letanía de la Virgen de Chiquinquirá es una oración popular que se recita en honor a la patrona de Colombia, la Virgen de Chiquinquirá, y refleja la devoción mariana del país.
Curiosidades
- Uso figurado. Como ya se ha mencionado, en el lenguaje cotidiano, la palabra letanía también se utiliza de manera figurada para referirse a una enumeración larga y repetitiva de quejas o peticiones.
- Antigüedad. El uso de las letanías es antiquísimo, se remonta a los primeros siglos de la Iglesia.
- Recomendación bíblica. San Pablo en su carta a Timoteo recomienda la oración litúrgica en forma de súplicas.
