La figura de Miguel Asín Palacios (Zaragoza, 1871 – San Sebastián, 1944) representa uno de los ejemplos más sólidos de erudición interdisciplinaria en el ámbito hispánico.
Su obra, arraigada en el estudio del pensamiento islámico y su influencia en la cultura europea, desborda los límites de la especialización académica para situarse en el terreno de la polimatía. En tiempos de compartimentación del saber, Asín Palacios defendió con rigor y profundidad la interconexión entre lenguas, religiones, filosofía y literatura, abriendo caminos que aún hoy resultan fecundos.
Asín Palacios. Semblanza
Nacido en Zaragoza en 1871, Miguel Asín Palacios se formó en un entorno marcado por la tradición religiosa y el humanismo clásico. Su vocación sacerdotal no fue obstáculo para una vida intelectual abierta y crítica, orientada hacia el estudio comparado de las religiones y el diálogo entre culturas.
Hombre de carácter sobrio y pensamiento meticuloso, cultivó una erudición que no se limitaba a la acumulación de datos, sino que buscaba comprender las estructuras profundas del pensamiento humano. Su estilo, alejado de la retórica fácil, se caracterizó por la precisión filológica y la valentía interpretativa.
Formación y actividades
Doctor en Filosofía y Letras y en Teología, se especializó en lengua árabe, disciplina que enseñó como catedrático en la Universidad Central de Madrid. Fue miembro de tres Reales Academias —la Española, la de la Historia y la de Ciencias Morales y Políticas— y dirigió la Real Academia Española entre 1939 y 1941. Fundó la revista Al-Andalus, que se convirtió en un referente internacional en estudios arabistas, y desde ella impulsó investigaciones que vinculaban el legado islámico con la cultura europea medieval.
Su obra más célebre, La escatología musulmana en la Divina Comedia, publicada en 1919, planteó con audacia la influencia de fuentes islámicas en la construcción del imaginario dantesco. Este estudio, lejos de ser una mera comparación textual, proponía una lectura histórica y teológica que desafiaba las interpretaciones eurocéntricas del canon literario.
Además, sus trabajos sobre Ibn Masarra, Al-Ghazali y otros pensadores musulmanes revelan una comprensión profunda del misticismo islámico y su resonancia en la espiritualidad cristiana.
Asín Palacios: fundador del CSIC
En 1939, tras la Guerra Civil, fue uno de los fundadores del recién creado Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde ocupó el cargo de vicepresidente segundo. Su presencia en el equipo directivo inicial reflejaba el propósito de integrar el pensamiento humanista y religioso en el nuevo modelo científico español. Esta labor institucional, poco conocida pero decisiva, confirma su compromiso con la organización del saber y la construcción de espacios de investigación interdisciplinaria.
Su polimatía
Considerar a Miguel Asín Palacios como polímata es el reconocimiento de una trayectoria intelectual que integra saberes diversos con coherencia y profundidad. Su dominio de la filología árabe, la teología cristiana, la filosofía comparada y la historia de las religiones le permitió construir puentes entre mundos que la academia de su tiempo solía mantener separados. La capacidad de leer textos en su lengua original, de interpretar sus contextos doctrinales y de vincularlos con tradiciones europeas, lo sitúa en la estirpe de los grandes humanistas.
Más allá de sus aportaciones concretas, encarna un modelo de intelectualidad que no teme al cruce de fronteras ni a la revisión de dogmas.
Su obra invita a pensar la cultura como un espacio de traducción, de resonancia y de diálogo, donde la sabiduría no se mide por la especialización, sino por la capacidad de comprender lo diverso. En este sentido, su aportación sigue siendo una referencia imprescindible para quienes buscan una mirada plural, rigurosa y abierta sobre la historia del pensamiento.




