Mis amores

febrero 15, 2025

Poema de Julián del Casal

Texto íntegro del poema Mis amores, de Julián del Casal

Amo el bronce, el cristal, las porcelanas,
las vidrieras de múltiples colores,
los tapices pintados de oro y flores
y las brillantes lunas venecianas.

Amo también las bellas castellanas,
la canción de los viejos trovadores,
los árabes corceles voladores,
las flébiles baladas alemanas;

el rico piano de marfil sonoro,
el sonido del cuerno en la espesura,
del pebetero la fragante esencia,

y el lecho de marfil, sándalo y oro,
en que deja la virgen hermosura
la ensangrentada flor de su inocencia.

Sobre Mis amores

Este poema se publicó en el primer poemario de Julián del CasalHojas al viento (1890).

Es, a nuestro juicio, una muestra exquisita de la sensibilidad modernista que caracteriza la obra de Julián del Casal. Desde los primeros versos, el autor nos sumerge en un universo de lujo y refinamiento, donde los objetos y las imágenes no son descripciones, sino símbolos de un ideal estético que busca trascender la banalidad de lo cotidiano. El bronce, el cristal, las porcelanas y las vidrieras de múltiples colores conforman un mundo material que no solo es bello en sí mismo, sino que también refleja el anhelo del poeta por un espacio de perfección y armonía.

El lenguaje ornamentado y la estructura formal del soneto refuerzan esta búsqueda de lo sublime. Cada verso está cuidadosamente construido, como si se tratara de una obra de arte en sí misma. La musicalidad del poema nos transporta a un escenario onírico, donde lo sensorial cobra una importancia primordial. Sin embargo, esta exaltación de la belleza también incluye referencias culturales y artísticas, como las canciones de los trovadores o las baladas alemanas, que añaden una dimensión intelectual al poema.

La última estrofa introduce un giro significativo que imprime al poema un tono trágico y profundamente humano, recordándonos que hasta en el ámbito idealizado de la belleza hay espacio para el dolor y la pérdida.

En conjunto, Mis amores es mucho más que una enumeración de placeres estéticos; es una declaración del credo artístico de Julián del Casal. El poema refleja su fascinación por el arte, el lujo y lo exótico, pero también deja entrever una melancolía subyacente, típica del modernismo, que reconoce la fragilidad y la fugacidad de todo aquello que se considera bello. Es un canto a la belleza en todas sus formas, pero también una meditación sobre su carácter efímero e inalcanzable.

Sobre Julián del Casal

No es nuevo en la páginas de hablarydecir, al contrario, es casi una referencia que ya ha aparecido en varias ocasiones, aunque donde más hemos detallado su persona y su obra en general fue en las efemérides del 21 de octubre, día de su fallecimiento. Es allí donde nos remitimos para no alargar demasiado esta entrada poética.

Sí señalamos, no obstante, que Julián del Casal (La Habana, 1863-1893) fue un poeta cubano y uno de los principales precursores del modernismo en Hispanoamérica. Perteneciente a una familia acomodada, perdió a su madre en la infancia y a su padre en la juventud, lo que marcó su vida con dificultades económicas. Abandonó sus estudios de Derecho para dedicarse a la literatura y trabajó como escribiente, corrector y periodista.

Falleció repentinamente a los 29 años durante una sobremesa. La fuerte carcajada provocada por un chiste contado por un amigo le causó la rotura de un aneurisma, lo que derivó en su muerte.

Julián del Casal

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