Exordio
Puede que me equivoque y que me haya fallado el oído pero creo que lo han dicho hasta con alevosía: que los voluntarios que están por las tierras valencianas -haciendo lo que debería haber hecho toda la administración pública desde el principio-, deben modigerarse en sus expresiones porque ahora solo debe importar el restablecimiento de la situación.
Sin entrar en el uso de una palabra, que se diga eso desde una emisora de radio pagada por todos, no solo es aberrante y pretendidamente intimidante sino que roza la coacción, algo muy propio de este gobierno tiránico y mendaz. Pero aquí vamos a centrarnos en la palabra: prometo que la dicción del locutor era muy buena y que he entendido modigerarse. ¿Será que no solo amenazan sino que, además, son lerdos y majaderos? Eso parece.
¿Modigerar o morigerar?
Estamos ante una etimología popular o asociación paronímica. Es un proceso en el que los hablantes modifican una palabra poco familiar (en este caso, morigerar) para que se parezca a otra más conocida o aparentemente relacionada (probablemente moderar). El problema es que la sustituida existe y la sustituta, no.
Morigerar. Etimología y significado
El verbo proviene de morigerari, una combinación de mos, moris (costumbre) y gerere (llevar, conducir). Textualmente, significa conducirse según las costumbres o adaptar el comportamiento a las normas morales. En español, ha conservado gran parte de este significado original, definiéndose como templar o moderar los excesos de los afectos y acciones, tal como expone el diccionario oficial.
Modigerar, en cambio, no tiene etimología ni significado: no existe, de momento, porque todo puede cambiar, como veremos..
¿Es un error?
Aunque modigerar es incorrecto, su uso persistente nos hace reflexionar sobre cómo evolucionan las lenguas. ¿Podría este error común, con el tiempo, influir en el cambio lingüístico? Es una pregunta que nos lleva al debate entre la normativa lingüística y el uso real del lenguaje por parte de los hablantes.
La creación de modigerar parece un ejemplo de etimología popular, cuando los hablantes modifican palabras poco familiares para que se asemejen a otras más conocidas. Es un recordatorio de que el lenguaje no es una entidad estática, sino un organismo vivo que se moldea constantemente en las bocas y mentes de sus usuarios.
La precisión y la riqueza léxica
Mientras celebramos la flexibilidad y evolución del lenguaje, no podemos olvidar la importancia de la precisión léxica. El uso correcto de morigerar no solo demuestra un dominio del idioma, sino que también preserva la riqueza y diversidad del español. Cada palabra tiene su historia, su matiz particular, y perderla sería empobrecer nuestro patrimonio lingüístico. Para evitar caer en el error, podemos familiarizarnos con la etimología de morigerar, usar sinónimos como moderar o templar cuando sea apropiado. Estas estrategias no solo nos ayudan a evitar errores, sino que también profundizan nuestra comprensión y apreciación del idioma. En este caso, debemos recordar que modigerar no existe por lo que es, obviamente, incorrecto su uso.