En España, hablar de lenguas oficiales y cooficiales no es solo una cuestión terminológica: es una expresión política del país. Aunque a menudo se usan como sinónimos, oficial y cooficial tienen significados distintos y precisos.
¿Oficial o cooficial?
Una lengua oficial es aquella reconocida por el Estado como vehículo principal de comunicación institucional, jurídica y educativa. En España, el artículo 3.1 de la Constitución establece que: El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
Esto implica que el castellano (ya en 1978 le daba apuro al legislador decir español y pusieron castellano para contentar a los que nunca se contentan) debe estar presente en todos los ámbitos de la administración pública, en la educación obligatoria, en los medios estatales y en la legislación. Es la lengua común en todo el territorio nacional. Y tras leer lo anterior, volvemos a mirar a la realidad.
¿Qué es una lengua cooficial?
Es la que, siendo oficial en una parte del territorio, comparte ese estatus con otra lengua —habitualmente el español. El término se aplica cuando dos o más lenguas tienen reconocimiento legal en una comunidad autónoma, según lo dispuesto en sus respectivos Estatutos de Autonomía.
Por ejemplo:
- El catalán es cooficial en Cataluña, Baleares.
- El valenciano en Valencia, claro.
- El gallego es cooficial en Galicia.
- El vascuence lo es en el País Vasco y en algunas zonas de Navarra.
- El aranés es cooficial en el Valle de Arán, dentro de Cataluña.
La cooficialidad implica que ambas lenguas pueden usarse en la administración, en la educación y en la vida pública, con los mismos derechos legales.
¿Son menos oficiales las lenguas cooficiales?
No. El término cooficial no implica jerarquía ni subordinación. Según la RAE, una lengua cooficial es aquella que es oficial junto con otra u otras lenguas. Es decir, tiene el mismo rango legal que la otra lengua oficial en ese territorio.
La diferencia no está en el grado de oficialidad, sino en el ámbito geográfico de aplicación. El castellano es oficial en todo el Estado; las lenguas cooficiales lo son en sus respectivas comunidades autónomas.
¿Y fuera del ámbito lingüístico?
Aunque el uso más común de cooficial se da en el contexto de las lenguas, también puede aplicarse a otras instituciones o cargos que comparten oficialidad. Por ejemplo, en algunos organismos puede haber cooficiales en funciones, como representantes o portavoces.
En el caso de nombres de ciudades, no se habla de nombres cooficiales (San Sebastián y Donostia, por ejemplo), sino simplemente de nombres oficiales.
Oficial o cooficial. Un modelo compartido
La coexistencia de lenguas oficiales y cooficiales en España es una expresión de su pluralidad cultural. Lejos de ser una complicación, es una riqueza protegida por la Constitución, que reconoce que:
“La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.” (Artículo 3.3)
Este modelo permite que cada comunidad autónoma preserve su identidad lingüística sin renunciar a la lengua común del Estado. Si esto último se cumpliera de facto, estaríamos ante un ejemplo admirable de riqueza cultural. Sin embargo, la realidad actual es la de un modelo marcado por rivalidades, prácticas corrúpatas institucionalizadas y una preocupante privación de derechos fundamentales, de los de verdad.