Exordio
No sé si los más jóvenes han practicado o conocen el juego de la rata (o de los ratones), ese que conseguía que las clases de matemáticas o de física fuesen menos pesadas… Era un juego tradicional que se practicaba con el reflejo de la luz. Consistía en usar un espejo o cualquier superficie reflectante para dirigir un rayo de luz sobre una superficie. Los jugadores se turnaban para intentar atrapar o interceptar el reflejo, lo que requería precisión y coordinación.
Desgraciadamente ha caído en desuso en las últimas décadas, principalmente porque los niños ahora tienen acceso a una amplia gama de juegos electrónicos y digitales que llaman más su atención. Responsabilidad de los padres, por supuesto.
Ratones en la RAE
No es del juego de lo que queremos hablar, tampoco de los ratones de biblioteca que pululan por las dependencias académicas. Nos referimos a otros ratones, a esos como el que tiene usted ahora entre sus dedos.
Fue en la 22.ª edición del Diccionario de la Real Academia Española (2001) cuando se incluyó la acepción de Pequeño aparato manual conectado a una computadora u otro dispositivo electrónico, cuya función es mover el cursor en la pantalla para dar órdenes en la entrada correspondiente a ratón. Exactamente, es ahora la tercera acepción del término.
¿Por qué ratones?
El término ratón para referirse al dispositivo manual que se utiliza para mover el cursor tiene sus raíces en la forma y el diseño de los primeros modelos. Cuando se desarrollaron los primeros ratones en la década de 1960, estos dispositivos tenían una apariencia que recordaba a un pequeño roedor. Su diseño era redondeado y contaban con un cable que salía de la parte trasera, similar a la cola de un ratón. Esta similitud visual llevó a que se adoptara el nombre mouse, que significa ratón en inglés, y que posteriormente se tradujo así al español. Afortunadamente se tradujo y ahora, hablando en español, solo unos cuantos sicópatas papanatas, entre los que seguro que está el cómitre Sánchez, dicen mouse.
Ratones. Evolución y permanencia
A lo largo del tiempo, aunque los ratones han evolucionado en términos de diseño y funcionalidad—pasando de ser dispositivos con bola mecánica a versiones ópticas y láser—, el nombre ha permanecido. Esto se debe, sobre todo, a la familiaridad que el término ha adquirido entre los usuarios, convirtiéndose en un elemento común del vocabulario cotidiano.
Además, el ratón ha demostrado ser una herramienta eficaz para actuar con los sistemas operativos. Su función principal es permitir al usuario mover el cursor por la pantalla, seleccionar elementos y ejecutar comandos, lo que facilita la navegación y la manipulación de contenido digital. A pesar del surgimiento de nuevas tecnologías, como las pantallas y los paneles táctiles, el ratón sigue siendo un periférico esencial en la informática moderna.