Silverio Castañón

Silverio Castañón fue jefe del Comité revolucionario de Turón durante la insurrección de octubre de 1934 en Asturias. Bajo su responsabilidad se ejecutó a ocho religiosos de la Escuela de Turón, en uno de los episodios más crudos de la violencia anticlerical de ese levantamiento.

Silverio Castañón. El rostro de la violencia

Fue jefe del Comité revolucionario de Turón durante la insurrección de octubre de 1934 en Asturias. Bajo su responsabilidad se ejecutó a ocho religiosos de la Escuela de Turón, en uno de los episodios más crudos de la violencia anticlerical de ese levantamiento.

Personalidad e ideología

Castañón estaba adscrito a la ideología socialista revolucionaria, alineado con los sectores del PSOE que promovieron la insurrección como parte de un intento de golpe de Estado contra la II República. La revolución asturiana fue el único foco donde la sublevación tuvo éxito militar y muchos historiadores coinciden en que constituyó el primer episodio de la Guerra Civil española, dos años antes de su estallido formal en 1936.

Los hechos del 8 de octubre de 1934

Durante la noche del 8 de octubre, siete hermanos de La Salle —docentes en la Escuela de Turón— y un sacerdote pasionista fueron fusilados en el cementerio local. La ejecución fue llevada a cabo por milicianos reclutados de localidades vecinas, ante la falta de voluntarios en Turón.

La orden, según múltiples testimonios en el juicio militar de 1935, fue emitida por Silverio Castañón. Las víctimas fueron posteriormente canonizadas por la Iglesia católica, convirtiéndose en mártires de la persecución religiosa.

Silverio Castañón. Consecuencias judiciales

El Consejo de Guerra celebrado en Oviedo en junio de 1935 procesó a 65 personas por los crímenes cometidos en Turón. Aunque la responsabilidad colectiva fue debatida, el nombre de Castañón quedó marcado como instigador principal. Su figura ha sido objeto de controversia: para algunos, un símbolo de lucha obrera; para otros, un criminal ideologizado que encarnó la violencia sectaria de la época.

Silverio Castañón fue condenado por un consejo de guerra a la pena de muerte por su responsabilidad en los asesinatos de los religiosos de Turón. Sin embargo, posteriormente fue indultado y la pena se conmutó por 30 años de prisión. Finalmente, fue liberado tras la amnistía concedida por el Frente Popular tras su opaca victoria electoral en 1936.

O sea, que nada cambia en el PSOE…

Interpretación histórica

La revolución de Asturias, impulsada por el PSOE y sectores afines, no fue una simple revuelta obrera: fue un intento de derrocar al régimen republicano por la vía armada.

Stanley G. Payne, Pío Moa y Manuel Álvarez Tardío coinciden en que este levantamiento fue el primer acto de guerra civil en España. Silverio Castañón, como jefe local del comité revolucionario, encarna el paso de la agitación política a la violencia sistemática, preludio directo de la guerra que estallaría en 1936.

 

NOTA 1. La revolución golpista y socialista de Asturias fue abortada por el mismísimo general Franco, que se mantuvo leal a la República. Esto no lo contarán los falsarios memorialistas ¿verdad ZP, Sánchez, Torres?

NOTA 2. La imagen que ilustra esta página está extraída de La hemeroteca del buitre.

Fotografía de los sacerdotes asesinados en Turón en 1934 por milicianos socialistas.

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