Exordio
Suena extraño ¿verdad? Pues sí, y eso que aún quedamos muchos de esas generaciones que estudiaron latín y filosofía de la siempre, con sus presocráticos, por supuesto los sofistas, Platón, Aristóteles, Epicteto, Séneca, Epicuro, etc. Y por mucho que quieran disimularlo o evitarlo quienes lo quieren disimular, la civilización occidental actual sigue teniendo las bases de la filosofía griega, el Derecho romano y la cristiandad.
Y voy al fondo del asunto con perdón por la digresión. Conociendo algo de los filósofos sofistas sabríamos algo sobre la palabra sofistería, lógicamente.
Sofistería. Origen
Sofistería proviene del vocablo sofista y este del latín sophista, que procede a su vez del griego σοφιστής sophistḗs. En definitiva, son todo términos relacionados con la sabiduría, entendida, claro está, con la magnitud de lo que es.
Y todo este enjambre de términos: sofistería, sofista, sofisma, sofístico tienen idénticas raíces aunque los significados oficiales no sean los mismos. Veamos:
Sofistería. Significado
Dos acepciones nos señala el diccionario oficial y sobre ambas nos advierte que son usadas frecuentemente en sentido despectivo:
- Uso de raciocinios sofísticos.
- Conjunto de raciocinios sofísticos.
Así que, para entenderlo, hemos de ir al significado de sofístico:
- De refinada sutileza.
- Movimiento cultural que, en la Grecia del siglo V a. C., intentaba renovar los hábitos mentales tradicionales mediante el análisis del lenguaje y su utilización para influir en los ciudadanos.
Y esta última es la que nos interesa, claro.
Usos
Sofistería se refiere, pues, al uso de raciocinios sofísticos. Un sofisma es una declaración falsa que tiene la apariencia de ser cierta. No todas las declaraciones falsas son sofismas, solo aquellas que parecen seguir una línea rigurosa de razonamiento, pero llegan a conclusiones incorrectas.
Así, un sofisma común es el argumento ad hominem, donde se ataca a la persona en lugar de a su argumento. Un ejemplo de esto podría ser: No puedes confiar en lo que dice Santiago, porque es un fascista. Aquí, en lugar de abordar el argumento de Santiago, se está atacando a Santiago como persona y además, falsamente.
Por lo tanto, la sofistería se refiere al uso de argumentos o razonamientos engañosos con el propósito de aparentar validez lógica o persuadir a alguien, sin importar su veracidad. Esta práctica busca confundir o inducir a error a través de la retórica y la apariencia de argumentación válida. O sea, lo que tanto gusta últimamente, la posverdad, los bulos y las máquinas de fango para intentar evitar el conocimiento y condena de la corrupción ética y económica.
En la literatura
La sofistería ha tenido presencia en la literatura a lo largo de la historia. Por ejemplo, en la obra Gorgias de Platón, se discute la naturaleza de la sofistería y se critica a los sofistas por su falta de interés en la verdad. En Las nubes de Aristófanes, el personaje principal envía a su hijo a aprender de los sofistas para evitar pagar sus deudas, lo que refleja una visión negativa de la sofistería en la antigua Grecia.
Corolario
Hoy, y sobre este asunto, ya hemos dicho todo lo que creemos que había que decir. Pero aún puede añadirse algo: vivimos en una sociedad donde la sofistería, la manipulación interesada, se proclama como la máxima magnitud en un orden de valores ilógico.