Cuando un niño señala una sombra en el armario llamándola monstruo, está reactivando una tradición lingüística de 3.000 años. Esta palabra, que hoy usamos para describir desde criaturas mitológicas hasta talentos excepcionales, guarda en su etimología una paradoja: lo monstruoso no nace para asustar, sino para advertir.
Monstruo. Etimología
Procede del latín monstrum, derivado del verbo monere (advertir). En la Antigüedad, un parto con malformaciones o un animal bicéfalo eran interpretados como mensajes cifrados de lo divino.. Así, originalmente significaba prodigio, presagio o adivinación, y no necesariamente negativo.
Evolución semántica
- Siglo XV. Covarrubias documenta casos como el de un niño con dos cabezas en 1343, enterrado vivo por superstición.
- Siglo XVI. Adquiere connotaciones de crueldad y anomalía moral.
- Actualidad. La RAE incluye desde seres fantásticos hasta cosas extraordinariamente grandes.
- Curiosidad. El verbo mostrar comparte raíz con monstruo (del latín monstrare), aunque algunos etimólogos debaten cuál precedió a cuál.
Significado: Cuatro caras de lo monstruoso
- Anomalía física. Desde cíclopes hasta humanos con malformaciones.
- Advertencia moral. En el Quijote, son metáforas de vicios humanos.
- Excelencia extrema. Mozart lo fue de la música (acepción positiva).
- Hiperbólica modernidad. Planes monstruosos para megaproyectos.
Matiz crucial. Lo monstruoso siempre implica ruptura de un orden establecido, ya sea biológico, moral o estético.
Monstruo. Arqueología cultural
Mitología griega. La Hidra de Lerna (9 cabezas regenerativas) y el Minotauro (laberinto ético y físico).
Medicina medieval. Los monstruos como errores de la natura naturans que revelaban secretos alquímicos.
Cine. Godzilla (1954) como metáfora nuclear, o Stranger Things (2016) donde lo monstruoso refleja traumas adolescentes.
Dato. El monstruo del lago Ness debe su nombre a un término que originalmente aludía a mensajes divinos, no a reptiles prehistóricos.
¿Por qué nos fascina lo que nos aterra?
Estudios sobre el miedo afirman que:
- Catarsis controlada. La ficción monstruosa nos permite enfrentar miedos reales en entornos seguros.
- Atracción por lo prohibido. Lo monstruoso encarna todo lo que la sociedad reprime (sexualidad, violencia, caos).
- Espejo deformante. Como en Dr. Jekyll y Mr. Hyde, el monstruo exterioriza conflictos internos.
Monstruo. Usos
– Insulto: ¡Eres un monstruo! (por crueldad).
– Elogio: Es un monstruo del baloncesto.
– Ironía: Mi jefe es un monstruo… ¡de la puntualidad!
Colocaciones frecuentes:
– Sagrado (artista consagrado).
– Marino (kraken, leviatán).
– De feria (exhibiciones friqui del s.XIX).
Monstruos del siglo XXI
1. Tecnológicos. La IA como monstruo fuera de control en debates éticos.
2. Ecológicos. Islas de plástico monstruosas en océanos.
3. Políticos. El discurso de monstruos ideológicos para descalificar opositores.
4. Virales. Memes como El monstruo del spam en foros de internet.
Errores comunes
– No es conveniente usar el término para cosas simplemente grandes (mejor colosal).
– Aplicarlo a fenómenos naturales sin carga simbólica (mejor fenómeno extremo).
NOTA. La imagen que ilustra esta entrada está extraída de Vecteezy