Sonetos desde el infierno

julio 22, 2024

Poema de Reinaldo Arenas

Texto íntegro del poema Sonetos desde el infierno, de Reinaldo Arenas

Todo lo que pudo ser, aunque haya sido,
jamás ha sido como fue soñado.
El dios de la miseria se ha encargado
de darle a la realidad otro sentido.

Otro sentido, nunca presentido,
cubre hasta el deseo realizado;
de modo que el placer aun disfrutado
jamás podrá igualar al inventado.

Cuando tu sueño se haya realizado
(difícil, muy difícil cometido)
no habrá la sensación de haber triunfado,

más bien queda en el cerebro fatigado
la oscura intuición de haber vivido
bajo perenne estafa sometido.

Sobre Sonetos desde el infierno

Como dice el título, estamos ante un soneto, catorce versos endecasílabos. La estructura del soneto y su esquema de rima ABBA ABBA BAB BAA, tiene una estructura fija que contrasta con la flexibilidad de los sueños y deseos que el poema describe.

El tema principal de Sonetos desde el infierno es la dicotomía entre la realidad y los sueños. Arenas sugiere que incluso cuando nuestros deseos se cumplen, la realidad nunca puede igualar a los sueños. Esta idea se refleja en la metáfora del dios de la miseria, que puede interpretarse como una representación de la dura realidad que despoja a los sueños de su brillo.

El poema está impregnado de una sensación de desilusión y tristeza. El poeta lamenta la brecha entre los sueños y la realidad, una brecha que parece insuperable a pesar de los esfuerzos por alcanzar los deseos. La imaginería en el poema sirve para ilustrar esta diferencia entre los sueños y la realidad. Las imágenes de los sueños y deseos contrastan rotundamente con las imágenes de la realidad, subrayando la brecha entre los dos.

Sobre Reinaldo Arenas

Comentamos sobre este autor cubano en nuestras efemérides del día del aniversario de su nacimiento:

Reinaldo Arenas Fuentes, nacido el 16 de julio de 1943 en Aguas Claras (Cuba), fue un destacado novelista, dramaturgo y poeta cubano.

Arenas nació en el campo y más tarde su familia se mudó a Holguín. Su adolescencia campesina y precoz se vio marcada por el manifiesto enfrentamiento contra la dictadura de Batista y su apoyo inicial al golpe de estado castrista.

Sin embargo, la vida de Arenas estuvo marcada por la persecución. Sufrió no solo por su abierta homosexualidad, sino también por su crítica al gobierno comunista, que le cerró muchas posibilidades de desarrollo como escritor e intelectual durante los años de mayor ostracismo cultural y sectarismo en la isla. Fue encarcelado en condiciones muy duras, llegando a admitir lo inconfesable y a renegar de sí mismo. Durante los años setenta, intentó emigrar en varias ocasiones, pero falló. Finalmente, en 1980, logró salir de Cuba durante el Éxodo del Mariel.

En toda su vida, Arenas solo pudo publicar un libro en su país: Celestino antes del alba (1962), que agotó su primera edición en una semana y no pudo reeditarse.

Su obra

La obra de Reinaldo Arenas se caracteriza por un estilo mágico-realista y por su oposición al gobierno de Fidel Castro.

En su obra autobiográfica Antes que anochezca, describe con crudeza sus humildes orígenes, su situación familiar, sus primeros pasos en el mundo de la literatura, el descubrimiento de su homosexualidad, sus enfrentamientos y desencuentros con el régimen castrista y sus desesperados intentos de fuga, así como sus reclusiones en la cárcel y la penosa vida de los presos.

A lo largo de su carrera, Arenas escribió novelas, dramas y poesías, incluyendo obras notables como la ya citada Antes que anochezca y las novelas El mundo alucinante (1969), La vieja Rosa (1980), Otra vez el mar (1982), La loma del ángel (1987) y El asalto (1988). Sus poemarios El central (1981), Voluntad de vivir manifestándose (1989) e Inferno (2001, póstumo) son también muy destacables, así como el ensayo Necesidad de libertad (1986).

En 1981, recibió la Beca Guggenheim en reconocimiento a su talento literario.

Reinaldo Arenas se suicidó en su apartamento de Nueva York, el 7 de diciembre de 1990, a los 47 años de edad. Estaba enfermo de SIDA avanzado y decidió terminar su vida después de una década en el exilio en los Estados Unidos. En su nota de suicidio, culpó personalmente a Fidel Castro por la pobreza y el desplazamiento que definieron gran parte de su vida adulta. La causa oficial de su muerte fue, sin embargo, una sobredosis de drogas.

Un lamentable ejemplo del que muchos deberían ir tomando nota, leyendo, para empezar, Antes que anochezca. Claro que los de siempre dirán que es un bulo creado por la máquina del fango, por supuesto.

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