30 de noviembre, día de San Andrés apóstol
Acontecimientos literarios ocurridos en 30 de noviembre
Nacieron:
El historiador alemán, premio Nobel de Literatura en 1902, Theodor Mommsen (1817); el escritor mexicano Andrés Henestrosa (1906); el lingüista español Germán Colón (1928); el autor y dramaturgo argentino Roberto Cossa (1934); el poeta chileno Sergio Badilla Castillo (1947) y el periodista, locutor de radio, escritor y divulgador español Juan Antonio Cebrián (1965).
Fallecieron:
El escritor español Ricardo Sepúlveda y Planter (1909); el político y dramaturgo argentino Gregorio de Laferrère (1913); el poeta español Joan Vinyoli (1984) y el escritor y académico colombiano Germán Arciniegas (1994).
Y hablamos de Gregorio de Laferrère, que falleció tal día como hoy, 30 de noviembre, del año 1913
Gregorio de Laferrère, protagonista de las efemérides de hoy, fue un dramaturgo y político argentino, nacido el 8 de marzo de 1867 en Buenos Aires. Proveniente de una familia acomodada, recibió educación en Francia y más tarde se dedicó al periodismo y la política, además de en el teatro, aunque inicialmente lo hizo como un pasatiempo sin aspiraciones profesionales.
Laferrère comenzó su carrera política como intendente de Morón en 1891. Luego, fue elegido diputado provincial en 1893 y diputado nacional desde 1898 hasta 1908, donde destacó por su enfoque conservador y por su interés en las inquietudes sociales del momento. En 1907, fundó el Conservatorio Lavardén, que se convirtió en un importante centro de formación teatral en Argentina.
Su obra
Despegó su carrera como dramaturgo despegó con la comedia ¡Jettatore!, estrenada en 1904, que se convirtió en un gran éxito y satirizaba la superstición. A partir de ahí, Laferrère continuó escribiendo obras que reflejaban la vida y costumbres de la sociedad porteña. Entre sus obras más notables se encuentran, además de la citada: Locos de verano (1905); Las de Barranco (1908) considerada su mejor obra; y Los invisibles (1911), su última obra, una sátira sobre el espiritismo.
A pesar de su éxito, Laferrère también enfrentó críticas; por ejemplo, retiró Bajo la garra (1906) debido a las controversias que generó entre las clases altas.
Su obra se considera fundamental para entender el desarrollo del teatro argentino del siglo XX, marcando el declive del teatro gauchesco y la transición hacia una dramaturgia más urbana y contemporánea. Su estilo ha sido descrito como una mezcla de humor y crítica social, lo que le permitió conectar con el público y reflejar las tensiones sociales de su época.
Gregorio de Laferrère falleció en Buenos Aires, el 30 de noviembre de 1913, a los 46 años de edad.
