Acontecimientos literarios ocurridos en 4 de junio
Nacieron:
El escritor, presidente de la Academia Cubana de la Lengua y diplomático cubano Lisandro Otero (1932); el poeta español Carlos Sahagún (1938) y la poetisa y narradora mexicana Elvia Ardalani (1963).
Y fallecieron:
El poeta, ensayista y dramaturgo español Josep Carner i Puig-Oriol (1970) y el novelista y ensayista español Juan Goytisolo (2017).
Y hablamos de…
Últimamente no tenemos mucho donde elegir el personaje del día en estas efemérides, no. Sobre uno (o una, recordamos que en hablarydecir siempre usamos el lenguaje inclusivo real, no al que así llaman siendo excluyente) de ellos estamos preparando algo especial por lo que no será protagonista hoy. Así pues, nos centramos en…
Lisandro Otero González nació tal día como hoy, 4 de junio, del año 1932
Lisandro Otero González, natural de La Habana, fue un destacado escritor, periodista y diplomático cubano, conocido por su labor literaria y su influencia en la cultura cubana. Hijo de un abogado y de una madre ama de casa, Otero estudió periodismo en la Universidad de La Habana y luego en la de Santiago de Chile. Posteriormente, realizó estudios de postgrado en literatura en la Universidad de La Sorbona de París.
Su obra
Otero inició su carrera literaria con la publicación de relatos y artículos en diversos medios. Con su primera novela, La situación (1963), comenzó a vislumbrarse su potencial como una figura en la literatura cubana. Esta obra explora las tensiones sociales y políticas en la Cuba de los años 60, reflejando la complejidad de la revolución cubana. Continuó con Pasión de Urbino (1967), una novela que aborda la historia de un líder revolucionario y En ciudad semejante (1970) explora los desafíos y contradicciones de la sociedad socialista.
A lo largo de su carrera, Otero escribió más de una docena de novelas, entre ellas Bolero (1984), Cita en el Templo del Crimen (1991) y La travesía (1995). Su obra se caracteriza por un estilo claro y directo, con un profundo análisis de la psicología de sus personajes y una crítica sutil pero incisiva de la realidad cubana.
Además de su labor literaria, Otero fue un prolífico periodista y ensayista, colaborando con numerosos periódicos y revistas. Fue miembro -y presidente desde 2004 hasta su fallecimiento- de la Academia Cubana de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y recibió múltiples premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Literatura de Cuba en 2002.
En el ámbito diplomático, representó a Cuba en diversos países y fue miembro de la delegación cubana en la UNESCO. Su trabajo diplomático le permitió viajar extensamente y adquirir una visión amplia y cosmopolita del mundo, lo que enriqueció su obra literaria.
Lisandro Otero falleció en La Habana el 3 de enero de 2008, a los 75 años de edad.