Begoña Abad
Tendría que escribirte un poema, de Begoña Abad
Tendría que escribirte un poema.
Un poema blando como el pan de cada día
y azul como el mechón de mi pelo.
Uno que te atara a mi piel
y que dejara en la tuya
palabras de porcelana.
Tendría que usar las letras
de un alfabeto sin inventar,
las notas de un pentagrama,
las sílabas de los silencios,
los acordes de un corazón latiendo.
Tendría que escribirte un poema
que no olvidaras nunca,
un brevísimo poema de arena
derramándose por los espacios
que dejamos al besarnos
sin apenas rozarnos los labios,
un minúsculo poema
que durmiera siempre en tu pupila
mientras yo no estuviera en ella.
Pero no sé escribir poemas de amor.
Sobre Tendría que escribirte un poema
Es una declaración de amor contenida, un intento de atrapar lo inefable. La voz poética no se lanza al exceso ni al artificio: se mueve con delicadeza, como si cada palabra pudiera romper el silencio que la rodea. El deseo de escribir un poema inolvidable se convierte en metáfora del amor mismo: algo que quiere permanecer, que busca dejar huella sin herir.
La imagen de palabras de porcelana recuerda a la fragilidad, la belleza y a una forma de comunicación que no grita, sino que susurra. El poema no se construye desde la grandilocuencia, sino desde lo mínimo: sílabas, arena, espacios entre los labios. Es un poema que no se impone, que quiere ser recordado no por su forma, sino por lo que provoca.
La tensión entre el deseo de permanencia y la conciencia de lo efímero atraviesa el texto. El poema no se escribe para ser leído, sino para ser sentido. Y en ese gesto, Begoña Abad logra lo que se propone: un poema que no se olvida.
Sobre Begoña Abad
Begoña Abad de la Parte es una poeta española nacida en Villanasur Río de Oca (Burgos) en 1952. Su obra se caracteriza por una voz íntima, honrada y humana.
Aunque comenzó escribiendo cuentos para sus hijos, fue la poesía la que le permitió expresar su mundo interior y encontrar su propia voz. Ella misma dice que no es poeta, sino que está poeta, como una forma de habitar el mundo desde la sensibilidad.
Algunos de sus poemarios más conocidos son:
- La medida de mi madre (2008)
- Cómo aprender a volar (2012)
- Estoy poeta (o diferentes maneras de estar sobre la tierra) (2015)
- El hijo muerto (2016)
- El techo de los árboles (2018)
Su poesía aborda temas como la maternidad, la identidad femenina, el paso del tiempo y la cotidianidad, con una ternura que desarma y una lucidez que conmueve.
Dice que a los 50 años, le nacieron alas y desde entonces ha volado alto en el mundo literario. Ojalá siga así. A hablarydecir solo nos queda darle la bienvenida a nuestro Poemario.