Poemario

Ratoncito Pérez

Ratoncito Pérez

Michel Gaztambide Ratoncito Pérez, de Michel Gaztambide   Uno de estos días voy a escribir ese poema de amor que me reclamas. Sé que más que un poema quieres una bandera pero no me importa, tú también minimizas mis catástrofes con olvido. Será un poema de amor...

Al cabo

Al cabo

Amalia Bautista Al cabo, de Amalia Bautista   Al cabo, son muy pocas las palabras que de verdad nos duelen, y muy pocas las que consiguen alegrar el alma. Y son también muy pocas las personas que mueven nuestro corazón, y menos aún las que lo mueven mucho tiempo....

Cuando el tiempo ya es ido

Cuando el tiempo ya es ido

Fina García Marruz Cuando el tiempo ya es ido, de Fina García Marruz Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna como a la casa de la infancia, a algunos días, rostros, sucesos que supieron recorrer el camino de nuestro corazón. Vuelven de nuevo los cansados pasos cada...

Ropa limpia

Ropa limpia

Delia Domínguez Ropa limpia, de Delia Domínguez   Un día uno sale a encontrar la muerte, sin equipaje, sin muda para la otra semana con la única camiseta blanca que quedaba del tiempo de colegio. Un día uno se apura como malo de la cabeza, como si tuviera que...

Una lágrima

Una lágrima

Julián Romea Una lágrima, de Julián Romea   ¡Oh, cuán hermosa y llena de dulzura brillar te miro, lágrima querida, del párpado entreabierto suspendida, blanda, elocuente, cristalina y pura! ¡Mucha pena ¿verdad? Mucha amargura guardaba allá en sus senos escondida...

Pespunteo mis días

Pespunteo mis días

Enriqueta Ochoa Pespunteo mis días, de Enriqueta Ochoa   Pespunteo mis días, aliño la más inútil de mis prendas, tiro el aguijón de la susceptibilidad al cesto, las tijeras de alguna palabra inoportuna que pudiera cortar; remozo el paisaje en la retina,...

En tu jardín secreto

En tu jardín secreto

Silvina Ocampo En tu jardín secreto, de Silvina Ocampo   En tu jardín secreto hay mercenarias dulzuras, ávidas proclamaciones, crueldades con sutiles corazones, hay ladrones, sirenas legendarias. Hay bondades en tu aire, solitarias multiplican arcanas...

Ruido

Ruido

Elvira Sastre Ruido, de Elvira Sastre   Si te marchas hazlo con ruido: rompe las ventanas, insulta a mis recuerdos, tira al suelo todos y cada uno de mis intentos de alcanzarte, convierte en grito a los orgasmos, golpea con rabia el calor abandonado, la calma...

Arder el cuerpo

Arder el cuerpo

Elvia Ardalani   Texto íntegro de Arder el cuerpo, poema de Elvia Ardalani   Esta mañana al regresar a casa una mujerse prendió fuego. Comenzó su ritual al rociarse la ropade un líquido amarilloy en cuestión de segundos las leves amapolasde su falda...

Dentro del cuarto

Dentro del cuarto

Alicia Salinas Álvarez Dentro del cuarto, de Alicia Salinas Álvarez   Llegas mordiendo amaneceres y un abismo en la mirada Espectáculo cotidiano de las madres despojadas de sueños El retoño cobijado entre ásperas lanas alimentado de luces y abalorios no puede...

El nido vacío

El nido vacío

Federico Barreto El nido vacío, de Federico Barreto   En un tiempo mejor, aquí vivía el ángel tutelar de mis amores. A la oración, en estos corredores, ella, mis versos, repetir solía. Este era su jardín. Aquí venía, al despuntar el alba, a coger flores. ¡Bajo...

Amanecer de la muchacha muerta

Amanecer de la muchacha muerta

Olga Bernad Amanecer de la muchacha muerta, de Olga Bernad   El arcángel borracho de los sueños esconde un país de cartón debajo de las alas. Al levantarlas veo una muchacha muerta. Y no quiero mirarla. A tientas busco algo —quizá el interruptor que ilumine mi...

Cuentas de luz

Cuentas de luz

Delmira Agustini Cuentas de luz, de Delmira Agustini   Lejos como en la muerte siento arder una vida vuelta siempre hacia mí, fuego lento hecho de ojos insomnes, más que fuerte si de su allá insondable dora todo mi aquí. Sobre tierras y mares su horizonte es mi...

El amo

El amo

José María Gabriel y Galán El amo, de José María Gabriel y Galán   En el nombre de Dios, que las abriera, cierro las puertas del hogar paterno, que es cerrarle a mi vida un horizonte y a Dios cerrarle un templo. Es preciso tener alma de roca, sangre de hiena y...

Me encantan los dentistas

Me encantan los dentistas

Ana María Shua Me encantan los dentistas, de Ana María Shua   Yo tengo una amiga con más dientes de los que usa la mayoría de la gente. Tenemos muchas cosas en común: nos gusta la ensalada con atún, los domingos canjeamos revistas, y a las dos nos encantan los...

Torres detrás de unos árboles

Torres detrás de unos árboles

José Hierro Torres detrás de unos árboles, de José Hierro   Altas torres, macizos campanarios que coronáis los álamos de espadas. Lanzas que al son de plumas levantadas prodigio son, en cielos incendiarios. Sueños arquitectónicos y agrarios os tejieron esbeltas,...

La orilla del mar

La orilla del mar

José Gorostiza La orilla del mar, de José Gorostiza   No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse la orilla. Y porque descanse en muelle lugar, no es agua ni arena la orilla del mar. Las cosas discretas,...

Estabas conmigo todavía

Estabas conmigo todavía

Alberto Ureta Estabas conmigo todavía, de Alberto Ureta   Estabas conmigo todavía y eras ausencia ya. Y venías en tu voz como un eco lejano, que llega desde el monte o desde el mar. Venías en tu mirada distante, en tu indolente ademán, en tu halo de cosas sin...

Poetisas, poetas, algo impúdicos

Poetisas, poetas, algo impúdicos

Enrique Badosa Poetisas, poetas, algo impúdicos, de Enrique Badosa   Poetisas, poetas, algo impúdicos, casi exhibicionistas muchas veces, por hacer estriptís que nadie pide ni suele contemplar ni agradecernos. ¿Por qué tanto salir a un escenario en el que...

El día que no me ames

El día que no me ames

Ángela Botero López El día que no me ames, de Ángela Botero López   El día que no me ames pasará cualquier cosa. Se apagarán los vientos, se morirán las rosas. El cielo quedará oscuro, y se caerán las estrellas como brújulas locas. Se secarán los ríos y callará...

La ciudad de las palabras

La ciudad de las palabras

Elvira Lozano La ciudad de las palabras, de Elvira Lozano   Creo que mi única forma satisfactoria de amar es a través de las palabras. O quizá, amar a las palabras, hacer el amor a las palabras. La mejor amante entre todas es la palabra mullida donde recostar las...