Exordio
Acabo de ver una entrevista que, aprovechando su viaje a Argentina para asistir y participar en el CPAC, ofreció Santiago Abascal en un canal de Youtube, en el programa La Misa, del Gordo Dan (él mismo se llama así, que no salga nadie a decir las habituales mamarrachadas hipoprogres…). Por cierto, es un programa muy recomendable, pese al título, que no creemos nada atinado. Y es eso lo que da pie para escribir este artículo planteando una pregunta ¿sabemos qué significa la palabra misa?
Misa. Etimología
Su origen se remonta al latín missa, que deriva del verbo mittere, que significa enviar o arrojar. Esta raíz latina está relacionada con la fórmula de despedida utilizada al final de la ceremonia religiosa: Ite, missa est, que se traduce, aproximadamente, como Pueden ir, han sido enviados.
El término apareció por primera vez en la lengua española en el Cantar de Mio Cid, refiriéndose a la ceremonia religiosa católica. Sin embargo, su uso litúrgico se remonta al siglo IV d.C., durante el tiempo de Constantino. Es importante destacar que la palabra misa se utiliza para referirse a la celebración eucarística en los ritos latinos de la Iglesia Católica.
Misa. Significado
El diccionario oficial ofrece una definición principal sobre el vocablo que nos ocupa: En la religión católica, celebración en la que el sacerdote renueva en el altar el sacrificio del cuerpo y de la sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino.
En el contexto religioso, la misa es el acto más elevado de la Iglesia Católica. Para los católicos, representa el sacramento de la Eucaristía y se considera una representación y memorial del sacrificio de Cristo en la cruz. Otras tradiciones cristianas, como la Comunión Anglicana y algunas confesiones protestantes, utilizan términos como Santa Cena para referirse a ceremonias similares.
El significado teológico de la misa es multifacético. Se considera un sacrificio ofrecido a Dios con diversos propósitos: honrar a Dios (latréutico), agradecer sus beneficios (eucarístico), buscar el perdón de los pecados (propiciatorio) y solicitar gracias necesarias (impetratorio).
Corolario
Curiosamente, la palabra misa ha trascendido su contexto puramente religioso. En el lenguaje cotidiano, se utiliza a veces de manera coloquial para referirse a cualquier tipo de reunión o evento, aunque este uso es considerado informal y no está relacionado con su significado litúrgico original. Es este el caso del uso del vocablo en el título del programa que hemos citado en el exordio.
La evolución del término refleja no solo cambios lingüísticos, sino también transformaciones en la práctica religiosa. Lo que comenzó como una celebración con oraciones espontáneas en la era apostólica, se desarrolló gradualmente hasta convertirse en una ceremonia estructurada con oraciones y fórmulas escritas, culminando en lo que hoy conocemos como el Misal Romano.
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