Venir para quedarse

octubre 7, 2025

¿No están saturados de esta expresión que se ha puesto de moda sin darnos cuenta? Es un lugar común, un cliché que reúne todos los requisitos para serlo: uso excesivo, ausencia de originalidad, simplificación y generalización.

Por tanto, es un vicio del lenguaje que demuestra muy poca imaginación, mucha simplificación y escasez manifiesta de vocabulario. ¿Qué aporta? Un claro y flagrante empobrecimiento del idioma. Analicémosla.

Venir para quedarse. Origen

El origen exacto de la expresión es difícil de precisar, pero su uso se ha intensificado con el auge de la globalización y la rápida adopción de nuevas tecnologías. La frase se refiere a una permanencia y aceptación generalizada de algo que inicialmente podría haber sido visto como una moda pasajera.

La expresión la han fomentado principalmente los medios de comunicación, expertos en tecnología y políticos al uso. Se utiliza en artículos, conferencias y debates para enfatizar la importancia y la durabilidad de nuevas tendencias, marcas o artilugios. Por ejemplo, se ha dicho que las redes sociales vinieron para quedarse cuando se hizo evidente que no eran solo una moda pasajera, sino una parte integral de la comunicación moderna.

¿Cuánto tiempo se quedarán? ¿Será como la rueda, o como el fax?

¿Es necesaria? ¿Es conveniente?

No y no. ¿Cómo va a ser necesaria una expresión que no aporta más que pobreza? ¿Cómo va a ser conveniente? Veamos qué es lo que se decía anteriormente en su lugar:

  • Llegar a ser o, simplemente, ser. Esta expresión se utiliza para describir un cambio duradero y positivo que conlleva un esfuerzo previo. Por ejemplo, El teléfono móvil (o celular) es una herramienta indispensable para la comunicación diaria.
  • Convertirse en. Similar a la anterior, indica una transformación significativa y duradera. Por ejemplo, La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta esencial en muchas industrias.
  • Establecerse. Esta palabra se utiliza para describir algo que ha encontrado su lugar y se ha asentado de manera firme. Por ejemplo, El teletrabajo se ha establecido como una modalidad laboral común.
  • Permanecer. Indica que algo continúa existiendo o siendo relevante a lo largo del tiempo. Por ejemplo, Las redes sociales permanecen como una parte integral de la comunicación moderna.

Cualquiera de estos cuatro ejemplos es más rotundo, claro, eficaz y veraz. Entre otras razones porque aquí no hay pronósticos sobre ningún futuro, solo se habla del presente, lo que es mucho más pertinente. Como hemos preguntado antes: ¿cuánto tiempo se quedarán? ¿Será como la rueda, o como el fax?

¿Venir para quedarse es una expresión sostenible?

Pues tampoco. La sostenibilidad, otro concepto fetiche de los tiempos (o tendencias impuestas) actuales, es ajena a la expresión que nos ocupa por varias razones:

  • Relevancia. La expresión no es relevante porque el mundo está en constante cambio y evolución. Nuevas tecnologías, tendencias y prácticas emergen regularmente y así, lo que hoy parece imperecedero, mañana puede caer a los entresijos de la historia.
  • Precisión y uso. La precisión en el uso de la expresión es crucial, si se abusa de ella para describir modas pasajeras, perderá su fuerza y credibilidad. Además ¿quién adivina el futuro? ¿Nostradamus o la von der Leyen?
  • Adaptabilidad. Al adaptarse y valer para todo, pierde el escaso contenido que podía tener.

Vinieron para marcharse…

¿Recuerdan las Google Glass? Pues llegaron para quedarse… ¿Y el MiniDisc, esa tecnología de almacenamiento de audio que no logró competir con los cederrones ni con los formatos digitales? ¿Qué me dicen del Betamax, aquel formato de videocasete que iba a dominar el mercado del video doméstico? ¿Y Segway, Google Wave, HD DVD, Napster, BlackBerry, New Coke, Nintendo Virtual Boy? Algo de esto les suena ¿verdad? Pues nada, que sí, que todo vino para quedarse. Y ahí está, en el baúl de los recuerdos.

Así que, cautela, que no todo se queda…

Venir para quedarse

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