Ama a quien no te ama, responde a quien no te llama, andarás carreras vanas.
Presentamos hoy en nuestros Dichos y refranes a uno que condensa con agudeza la inutilidad del esfuerzo no correspondido. Su estructura ternaria y rítmica refuerza la idea de insistencia infructuosa: amar sin reciprocidad, responder sin ser llamado, correr sin destino.
Es una advertencia contra el autoengaño y la obstinación emocional, muy en línea con la sabiduría popular que busca enseñar con economía de palabras.
Este dicho no solo transmite una lección de prudencia, sino que también refleja una cosmovisión medieval donde el orden social y afectivo debía ser respetado. En ese contexto, actuar fuera de lugar —como amar sin ser amado— era visto como una forma de desajuste que llevaba al fracaso.
Carreras vanas
Aunque se desconoce con certeza la autoría del refrán, fue el Marqués de Santillana quien lo dejó documentado.
Íñigo López de Mendoza, conocido como el Marqués de Santillana (1398–1458), no solo destacó como noble castellano, sino que también actuó como un puente entre la Edad Media y el Renacimiento.
Nacido en Carrión de los Condes (actual provincia de Palencia), heredó una rica tradición literaria familiar y la amplió con una obra que abarca desde la poesía culta hasta la recopilación de refranes populares.
Cultivó géneros como las serranillas, los sonetos al estilo italiano y la poesía moral y política. Su Comedieta de Ponza, influida por Dante y Petrarca, es una muestra de su ambición literaria y su capacidad para elevar hechos históricos a la categoría poética.
Pero su legado más duradero quizá sea su papel como recopilador de la sabiduría popular, especialmente en Refranes que dicen las viejas tras el fuego. Con esta obra, el Marqués dignificó el habla cotidiana y la convirtió en materia literaria.
Así se preservan expresiones como la que hoy recogemos en Carreras vanas y que aún hoy nos interpelan.