Los que emiten los votos no deciden nada; los que cuentan los votos lo deciden todo es una sentencia atribuida a Iósif Stalin, aunque no hay pruebas documentales concluyentes de que la pronunciara. Sin embargo, su difusión masiva y su coherencia con la lógica del poder soviético bajo Stalin han hecho que funcione como un aforismo político sobre el control de los procesos democráticos.
Contar votos. Democracia instrumental
La frase encierra una amenaza que va más allá de la manipulación electoral: revela una concepción cínica del poder, donde la democracia no es un fin, sino un medio táctico. En este marco, el acto de votar se convierte en ritual vacío si el escrutinio está controlado por una élite que se arroga la soberanía del pueblo.
Este uso instrumental de la democracia ha sido denunciado en múltiples regímenes de inspiración comunista o socialista, donde las elecciones se celebran, pero sin alternancia real, sin transparencia y sin garantías. El resultado es una dictadura de partido que se presenta como dictadura del proletariado, pero que en la práctica concentra el poder en una cúpula dirigente.
Contar votos. Amenaza
La amenaza que encierra esta lógica es doble:
- Política: desactiva la democracia desde dentro, vaciándola de contenido mientras se mantiene su forma.
- Moral: convierte al ciudadano en espectador de una representación, no en sujeto soberano.
Así, la frase de Stalin no es solo una advertencia sobre el fraude electoral, sino una radiografía del totalitarismo: el poder no se disputa, se administra desde arriba y el pueblo solo debe saber que hubo una elección.
Iósif Stalin. Semblanza
Ascenso y consolidación
Iósif Stalin (1878–1953), nacido en Georgia como Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, fue el líder de la Unión Soviética desde la muerte de Lenin hasta la suya propis. Tras eliminar a sus rivales políticos —especialmente a Trotsky— construyó un régimen basado en el culto a la personalidad, la represión y el control total del aparato estatal.
Crímenes y represión
- Grandes purgas (1936–1938): ejecución o deportación de cientos de miles de cuadros del partido, intelectuales y militares.
- Gulag: red de campos de trabajo forzado donde millones de personas fueron internadas en condiciones inhumanas.
- Hambruna en Ucrania (Holodomor): políticas de colectivización forzada que provocaron la muerte de millones de campesinos.
- Represión étnica: deportaciones masivas de pueblos enteros (chechenos, tártaros, ingusetios) acusados de colaboracionismo.
Legado
Stalin dejó una URSS devastada moral y demográficamente. Para algunos, un modernizador brutal; para todos los no comunistas, un tirano genocida. Lo cierto es que su régimen encarnó la perversión del ideal socialista en una maquinaria de control absoluto.
Contar votos. Conclusión
La frase sintetiza una lógica donde la democracia es fachada y el poder, monopolio.
Su vigencia no depende de la autoría, sino de la capacidad para revelar cómo ciertos regímenes —bajo banderas revolucionarias o populares— convierten el voto en simulacro y la soberanía en obediencia. La historia de Stalin no es solo la de un dictador, sino la de una traición sistemática al ideal emancipador que decía encarnar. Y Sánchez sigue tomando nota… Ya es todo un sabio.




