Exordio
No, no nos recriminen que falte el enlace de corrupatía al diccionario oficial porque, hoy por hoy, es imposible: tal vocablo no existe más que en hablarydecir, de momento. Entonces ¿vamos a hablar de una palabra inexistente en una sección llamada Rescatando palabras olvidadas? Sí, eso es, y no será la primera vez: ya lo hicimos con politiqués, vicevérsico e ideoilógico, por ejemplo.
¿Por qué poner en Rescatando palabras olvidadas a una que ni siquiera existe como tal? Aunque el término en sí no está habilitado y ni siquiera se ha utilizado, el concepto y su esencia perduran desde épocas remotas y mucho más en esta nuestra actual sociedad, desgraciadamente.
Corrupatía. Etimología
Palabra compuesta por corrup-, que deriva de corrupción, que en sí misma viene del latín corruptio, -ōnis, refiriéndose a la acción de corromper o ser corrompido, asociado con la descomposición, el soborno o la degradación moral. El segundo componente es -patía, del griego –patheia, que significa sufrimiento o enfermedad.
Significado de corrupatía
Aclaramos una obviedad: se trata del significado que nosotros daríamos a este término, hoy inexistente de forma oficial.
Corrupatía (sustantivo femenino):
- Condición sistémica caracterizada por la presencia generalizada de prácticas corruptas en una persona, organización, institución o sociedad.
- Tendencia patológica hacia comportamientos corruptos, especialmente cuando se manifiesta de forma crónica en sistemas políticos o empresariales.
Al combinar estas dos partes, corrupatía se interpretaría como la enfermedad de la corrupción y se usaría el neologismo para describir:
- Individuos: personas con una inclinación innata o desarrollada hacia actos corruptos, como si fuera una enfermedad de comportamiento.
- Organizaciones: entidades que, sistemáticamente, muestran comportamientos corruptos como si fuera un mal endémico.
- Sociedades: culturas o sistemas en los que la corrupción está tan arraigada que se considera una enfermedad social.
Corrupatía. Usos potenciales
- Política y Sociología: para describir y analizar la corrupción sistemática en instituciones políticas o gubernamentales.
- Sicología: se estudiaría como un trastorno del comportamiento, similar a la sicopatía, centrado en la falta de ética y moralidad. Consecuentemente, los sicólogos se pondrían las botas estudiando los comportamientos del sanchismo y de sus bandas criminales.
- Medios y literatura: este término podría emplearse en artículos, ensayos y ficción para criticar y analizar la naturaleza y los efectos de la corrupción en diversos niveles de la sociedad.
Ejemplos de uso
- Los recientes escándalos han expuesto la corrupatía endémica que afecta al sistema político del país.
- El gobierno de Sánchez y su banda inició su andadura prometiendo acabar con la corrupción. Desde el primer día es el mejor ejemplo de corrupatía.
- La corrupatía de la institución se manifestó en todos los niveles, desde la alta dirección hasta los empleados de base.
- Estudiar la corrupatía puede ofrecer nuevas perspectivas sobre cómo prevenir y tratar la corrupción sistémica.
Y. por supuesto, a los amantes de este sustantivo les diremos delincuentes primero y reos después: son corrúpatas.
¿Nos ayudan a difundir estos neologismos? Aunque lo esencial es acabar con el gobierno de estos bandidos, el llamarlos como merecen es un buen primer paso. ¡Corrúpatas! ¡Criminales!