La figura de Abraham Ortellius (1527–1598), que nació en Amberes bajo soberanía de la Monarquía Hispánica, se encuadra tradicionalmente en la cartografía flamenca. Sin embargo, su vinculación con España no fue meramente administrativa ni circunstancial. Ortellius fue nombrado geógrafo real por Felipe II en 1575, a propuesta del humanista Benito Arias Montano, lo que le otorgó acceso privilegiado a fuentes hispánicas y lusas de exploración.
Su obra se imprimió en Amberes por Cristóbal Plantino, impresor oficial del rey, y se tradujo al español en 1588. Además, Ortellius incorporó mapas y referencias de autores españoles como Diego Gutiérrez, Francisco Tarafa, Garibay y Florián de Ocampo. Esta integración activa del saber geográfico hispano, junto con su participación en redes humanistas ibéricas, permite considerarlo legítimamente como un polímata en la órbita cultural española.
Ortellius. Vida y formación
Nació en una familia originaria de Augsburgo, refugiada en Flandes por motivos religiosos. Su educación incluyó griego, latín y matemáticas, pilares del humanismo renacentista.
Se estableció como librero, grabador y comerciante de antigüedades, lo que le permitió viajar por Europa y entablar contacto con figuras como Mercator, Richard Hakluyt y John Dee. Su curiosidad intelectual abarcaba desde la cartografía hasta la arqueología, pasando por la historia antigua y la numismática. En sus viajes recopiló mapas, monedas y textos que luego integraría en sus obras, con un enfoque sistemático y erudito.
Sus actividades
Su obra más célebre, Theatrum Orbis Terrarum (1570), está considerado como el primer atlas moderno. Ortellius no solo recopiló mapas, sino que los redibujó con criterios de uniformidad, añadió textos explicativos y creó un índice de autores que hoy es fuente única para conocer a algunos cartógrafos desaparecidos.
En su Parergon (1579), añadió mapas históricos y reproducciones de monedas antiguas, mostrando su interés por la arqueología y la historia clásica. También publicó el Nomenclator Ptolemaicus y el Thesaurus Geographicus, obras que revelan su dominio de la nomenclatura, la geografía simbólica y la edición crítica.
Ortellius trabajó con Plantino, el impresor más importante del mundo hispánico y su obra se difundió en español, francés, italiano, alemán e inglés. Su atlas inspiró el Civitates Orbis Terrarum, de Georg Braun, con quien colaboró activamente.
Entre las fuentes hispánicas que Ortellius integró en sus mapas históricos destaca Ambrosio de Morales (1513–1591), cronista oficial de Felipe II y figura clave de la historiografía renacentista. Su obra Las antigüedades de las ciudades de España, fruto de una expedición real por León, Galicia y Asturias, aportó a Ortellius una valiosa base arqueológica y toponímica. Junto a Francisco Tarafa y Garibay, Morales representa la vertiente erudita del saber histórico peninsular que Ortellius incorporó en su Parergon, no como simple referencia, sino como parte de una visión humanista que funde geografía, memoria y símbolo
Ortellius, polímata
La noción de polímata implica el cultivo riguroso de múltiples disciplinas con vocación integradora. Ortellius encarna este perfil: fue cartógrafo, historiador, arqueólogo, editor, lingüista y comerciante de saberes (práctica intelectual característica del humanismo renacentista: la circulación, adquisición, intercambio y valorización de conocimientos como bienes culturales). Su obra no es solo técnica, sino humanista: busca representar el mundo físico y simbólico, con atención al pasado clásico, a la nomenclatura precisa y a la genealogía del conocimiento. Su relación con España no fue periférica, sino central: trabajó para su monarca, usó sus fuentes, imprimió en su red editorial y dialogó con sus humanistas.
Así, Ortellius puede figurar con justicia en la tradición polímata hispánica, como un ejemplo de saber enciclopédico en la Europa del siglo XVI, donde las fronteras culturales eran más porosas que las administrativas.