Exordio
Debería ser más habitual que no nos dolieran prendas en sociedades civilizadas, justas y con principios establecidos. Pero en la actualidad no siempre es así, y los dichos y hechos de las autoridades y gobernantes no hacen mucho -ni poco- para que lo sea. El tristísimo ejemplo de la hecatombe de Valencia lo atestigua y demuestra que solo el pueblo salva al pueblo. El Estado es otra cosa, es una manada de incompetentes, ególatras, criminales, corrúpatas y perniciosas gentes inhumanas que anteponen sus inmorales intereses a los justos de los demás. Y de ahí viene toda la basura de la posverdad, la cohonestación, los bulos y el fango,…
Y no, ni me duelen prendas en haber escrito lo anterior ni dejaré de hacerlo en otras ocasiones.
No me duelen prendas. Origen y evolución
La expresión tiene sus raíces en las prácticas de empeño y garantía de la Edad Media y principios de la Edad Moderna en España. Era habitual que las personas empeñaran sus pertenencias valiosas (llamadas prendas) como garantía de pago de deudas o cumplimiento de obligaciones. Las prendas empeñadas solían ser objetos de valor no solo monetario sino también sentimental, como joyas familiares o ropa de calidad, y, claro, entregar estas prendas en garantía era emocionalmente doloroso para sus dueños, especialmente si existía el riesgo de perderlas definitivamente.
A partir de esta práctica, la expresión evolucionó metafóricamente:
– Disposición a cumplir. Decir no me duelen prendas originalmente significaba estar dispuesto a entregar incluso objetos valiosos para cumplir con una obligación.
– Ausencia de reparo. Con el tiempo, pasó a significar no tener inconveniente en hacer algo, incluso si implica un sacrificio personal o admitir algo que podría ser incómodo o perjudicial para uno mismo.
– Honradez y franqueza. En la actualidad, la frase se usa para expresar la disposición a ser honrado y directo, sin importar las consecuencias personales.
No me duelen prendas. Usos
Hoy se utiliza para indicar:
– La voluntad de reconocer méritos ajenos o errores propios sin reservas. No me duelen prendas en admitir que me equivoqué.
– La disposición a ser franco y honrado, incluso si eso implica admitir algo desfavorable para uno mismo o para otros. Mira, no me duelen prendas en decirte que tu presentación de hoy no estuvo a la altura de lo que esperábamos. Has trabajado duro, pero necesitas mejorar en varios aspectos si quieres conseguir ese ascenso.
– La ausencia de orgullo mal entendido o falsa modestia al hablar de ciertos temas. No me duelen prendas en decir que he cometido errores en mi carrera. No hay nada de malo en reconocer que aún tengo mucho que mejorar.
Significado
Nueve acepciones aporta el diccionario oficial al vocablo prenda, pero esta expresión tiene dos significados principalmente:
– Ser fiel cumplidor de las obligaciones sin escatimar esfuerzos o recursos.
– No tener reparo en reconocer algo. Disposición a admitir o reconocer algo sin vergüenza o problema, incluso si eso implica aceptar errores propios o virtudes ajenas.