Ordinales y cardinales

agosto 18, 2024

Exordio

En las efemérides de hoy hemos citado que se cumple el quingentésimo trigésimo segundo aniversario de la publicación de la primera edición de la Gramática de la lengua castellana (1492), de Antonio de Nebrija. Claro, podríamos haber puesto el quinientos treinta y dos pero si usted está leyendo esto es porque le interesa la pureza de nuestro idioma español.

Es posible que alguien aduzca que poner el ordinal a un número tan alto, exija que el lector tenga que pensar un poco para entenderlo. Pues bien, en cualquier caso es un problema de falta de costumbre derivado de los medios de comunicación y del sistema educativo. ¿Qué es eso de que hoy es el cuarenta aniversario de no sé qué? Una aberración que, constantemente, la estamos dando por buena.

Ordinales y cardinales. Origen

Los números ordinales y cardinales en español tienen sus raíces en el latín. Los números cardinales, como uno, dos y tres, provienen directamente del latín unus, duo y tres, respectivamente y los números ordinales, como primero, segundo y tercero, derivan de primus, secundus y tertius.

Acudimos a la referencia válida, al diccionario de la RAE, que nos dice que numeral ordinal es el que expresa el lugar que ocupa una determinada unidad en una serie. Primero es un numeral ordinal. En cambio, el numeral cardinal es el que expresa el valor numérico de un conjunto. Cuatro es un numeral cardinal. Ninguna duda posible al respecto, pero ¿qué pasa si dejamos la teoría? Que comienza el genocidio.

Ordinales y cardinales. Evolución y simplificación

Con el tiempo, el uso de los números ordinales ha evolucionado y se ha simplificado. En la vida cotidiana, se ha tendido a preferir los números cardinales por su claridad y facilidad de uso. Por ejemplo, es común decir cuarenta en lugar de cuadragésimo porque, aparentemente, es más directo y comprensible.

La tendencia a evitar el uso de números ordinales más allá de la segunda decena puede ser vista como una simplificación del lenguaje, pero también debe ser criticada desde una perspectiva cultural y educativa. La falta de uso de los números ordinales lleva a una pérdida de precisión y riqueza en el lenguaje. Además, es más que evidente que refleja una falta de conocimiento o educación en el uso correcto del propio idioma. ¿Por qué se fomenta eso desde todos los ámbitos de la comunicación y el poder? Les interesará una población más ignorante, supongo. Y no solo en la lengua, desde luego.

Causas del desuso

Creo que ya están claras pero ahondemos. Desde finales del siglo XX, se ha observado una tendencia creciente a simplificar el lenguaje en la comunicación cotidiana, lo que ha llevado a una disminución en el uso de los números ordinales, especialmente aquellos más allá del décimo. Esto, sin embargo, no ocurre con los extranjerismos inútiles, que no simplifican sino que complican y que tanto daño están haciendo a nuestro idioma.

Por consiguiente, es, sin duda, un asunto educativo: cuanto más ignorante sea el pueblo (ahora Sánchez dice ciudadanía, que queda mejor) más manipulable es. Y ese es el objetivo.

Otros ejemplos

Ya saben que tengo el vicio imperdonable de ver fragmentos de telediarios del mediodía, lo que me da cierta autoridad para comentar la existencia real de seres humanos, aparentemente cultos y, habitualmente, expertos en algo que sueltan sin rubor ni pudor cosas como: El fuego comenzó en el piso catorceavo o celebramos el veintitresavo cumpleaños de nuestra fundación cultural. Aquí entramos en otro asunto, el de la utilización de números fraccionarios para sustituir a los ordinales.

Este uso incorrecto de los números fraccionarios en lugar de los ordinales también es un fenómeno moderno. Aunque no hay una fecha exacta, esta confusión es más notoria en las últimas décadas, coincidiendo con la simplificación del lenguaje y la falta de educación formal en el uso correcto de los números. O sea, la incultura planificada con la ignorancia. ¡Estamos ante el auténtico genocidio contra los ordinales!

Ordinales y cardinales. Curiosidades

Variación de género y número. Los números ordinales varían en género y número según el sustantivo al que acompañan. Por ejemplo, primer piso (masculino) y primera planta (femenino).

Algunos números ordinales tienen formas alternativas, como undécimo y decimoprimero.

Ordinales y cardinales

Artículos relacionados

¿Poner en valor?

¿Poner en valor?

Poner en valor es una expresión que se utiliza para destacar la importancia de algo o alguien. Según el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, esta construcción significa hacer que algo o alguien sea más apreciado, resaltando sus cualidades. Es una...

leer más
¿Qué es la tilde diacrítica?

¿Qué es la tilde diacrítica?

Exordio No sé si en los planes actuales de enseñanza se planteará este asunto (no me extrañaría que no viendo algunos medio de prensa). Lo que sí creo es que si preguntáramos por la calle el significado de diacrítico, el resultado sería espectacular. La norma Aunque...

leer más
Racializar

Racializar

Exordio Un exdiputado (natural de Senegal) de Podemos en la Asamblea de Madrid arremete contra los españoles acusando de racista a diestro y siniestro y alega, entre otras sandeces, que a los de su raza no hay que llamarles de color pero que si les dices negro también...

leer más