El ópata es una lengua indígena de México al borde de la extinción. Pertenece a la familia lingüística uto-azteca, al grupo taracahita de la división sonorense-mexicana. Esta familia contiene otras lenguas como el tarahumara, el mayo y el yaqui.
El ópata está estrechamente emparentado con el eudeve, hasta el punto de que algunos lingüistas los consideran variantes de la misma lengua.
Distribución geográfica e histórica
Históricamente, la lengua ópata se hablaba en una extensa área del estado de Sonora (México) principalmente en las cuencas altas de los ríos. Su territorio abarcaba los distritos de Sahuaripa, Moctezuma y partes de Ures y Arizpe. El centro de la civilización ópata se situaba en la región de Sahuaripa.
¿Cuándo se habló?
Es difícil determinar cuándo comenzó a hablarse el ópata, sabemos que era una lengua viva durante el período colonial español. La documentación más antigua que se conserva de esta lengua data del siglo XVI.
El declive del ópata comenzó en el siglo XIX. Carl Lumholtz, en un viaje por Sonora en 1890, documentó que los ópatas se estaban mexicanizando y perdiendo su lengua y costumbres. A principios del siglo XX, se estimaba que había unos 5.000 miembros de la etnia ópata, aunque en su apogeo podrían haber llegado a los 60.000.
El ópata. Situación actual
Desde 1950, no se han registrado hablantes fluidos de ópata. Durante mucho tiempo, se creyó que la lengua había dejado de ser vehicular hacia 1930. Sin embargo, en 1993, investigadores del Instituto Nacional Indigenista (INI) encontraron sorprendentemente 15 hablantes de la lengua viviendo en la Ciudad de México. A pesar de este descubrimiento, el grado de conocimiento de estos hablantes no se ha documentado con precisión.
En el censo de 1990 se contabilizaron 12 hablantes, mientras que en 2005 se contaron solo 5 miembros de la etnia en Arivechi. Estos datos sugieren que el ópata está al borde de la extinción, si no se ha extinguido ya como lengua viva.
Características y curiosidades lingüísticas
El ópata, como otras lenguas uto-aztecas, es una lengua aglutinante. Esto significa que las palabras se forman añadiendo varios morfemas a una raíz, cada uno con un significado.
Se conocen varios dialectos del ópata: batuc, nacosura y tegüima. Además, el ópata está relacionado con otras variantes como el eudeve y el jova (también conocido como jobal u ova).
- Nombre. La palabra ópata significa gente hostil en lengua pima. Los ópatas se referían a sí mismos como tehuima o tegüima, que significa hombres.
- Riqueza lingüística. Es una lengua tan musical como el tarasco, tan sonora y filosófica como el náhuatl, y tan rica en poesía como el quechua.
- Influencias. Fue influenciado por las lenguas del sudoeste de los Estados Unidos, noroeste de México y el náhuatl.
- Importancia cultural. El ópata se considera muy interesante para el estudio de la arqueología prehispánica de México, comparable en este aspecto a las lenguas mayas.
- Preservación. Aunque la lengua está prácticamente extinta, algunos descendientes de los ópatas siguen empeñados en preservar su herencia lingüística.