Las 9 señales del hijoputa

octubre 16, 2024

Mazurca para dos muertos

Camilo José Cela

Exordio

Más de treinta años después de leer por primera vez esta Mazurca célica (de Cela y de celestial, pese a lo aparentemente mefistofélica), he tenido la oportunidad de volver a tener entre mis manos la que, a mi entender, es la última gran novela del marqués de Iria Flavia. Y claro ¿vamos a desaprovechar la oportunidad de comentar las señales del hijoputa?

Según la obra Mazurca para dos muertos, de Camilo José Cela, son nueve las señales del hijoputa.

Las 9 señales del hijoputa

La mazurca transcurre entre 1936, con la muerte de Afouto y 1940, la venganza contra su asesino, Fabián Minguela. A través de las páginas Cela nos va señalando:

  • La primera señal del hijoputa es el pelo ralo, Fabián Minguela luce el pelo ciscado y escaso
  • La segunda es la frente buida, ¿ves la de Fabián Minguela?, bueno, pues una cosa así.
  • La cara pálida es la tercera señal del hijoputa ¿como los muertos?, sí, o como Fabián Minguela.
  • La cuarta señal del hijoputa es la barba por parroquias, Fabián Minguela es barbilucio a suspiros.
  • La quinta señal del hijoputa está en las manos, que son blandas, húmedas y frías, Fabián Minguela tiene las manos como babosas.
  • La sexta señal del hijoputa es el mirar huido, Fabián Minguela no mira por derecho ni en la oscuridad. 
  • La séptima señal del hijoputa es la voz de flauta, Fabián Minguela tiene la voz atiplada de las esposas que cantan en el coro de la catequesis. 
  • La octava señal del hijoputa es el pijo fláccido y doméstico, en casa de la Parrocha las pupilas se reían del pirulí de Fabián Minguela.—¡Parece un angelito de la Purísima! ¡Parece un angelito de la Purísima!
  • La novena señal del hijoputa es la avaricia, Fabián Minguela es pobre pero podría ser rico con lo que lleva ahorrado.

Es importante señalar que estas características son parte de una obra literaria y no deben tomarse como una descripción real o científica de ningún tipo de persona. Camilo José Cela utiliza estas descripciones como recurso literario para caracterizar a un personaje específico en su novela, en este caso, Fabián Minguela. La obra de Cela es conocida por su estilo crudo y a veces polémico, lo que se refleja en estas descripciones exageradas y satíricas.

Las 9 señales del hijoputa actual

Hoy nos preguntamos si siguen siendo válidas las señales de Cela. Desaparecido de la vida pública (aunque siga cobrando generosamente de nuestro dinero) el abyecto Echenique, estricto cumplidor de todas las señales, hemos de alzar la mirada intentando buscar a otros (también hay otras, conste, otres no) hijoputas para entresacar sus características y vemos, por ejemplo a los miserables de la Moncloa: excepto la octava señal que creemos que también (aunque ni lo sabemos ni tenemos intención y mucho menos ganas de comprobarlo) cumplen todas.

Que cada cual saque sus conclusiones y termine esta novela que nos está costando demasiado, la novela de la infamia, de la abyección y de la traición, la de Sánchez, la del PSOE y sus colaboradores necesarios, la de los cómitres, la de los que dictan qué es el fango y dónde hay un bulo. La España que tiene pendiente un fin: el de la satrapía iletrada, ágrafa, más bien (no hay más que ver a Puente, Alegría, Bolaños o el tal Pachí López. Y menos mal que no habla en público Santos Cerdán porque este es el rey del alipori). Pero sobre todo hay que acabar con esta España irresponsable, inmoral, falsa y carente de honradez. España es otra cosa. Exactamente lo contrario.

Las 9 señales

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