Continuamos con este diccionario compuesto por palabras de uso común en Argentina pero no en España y que pretende reflejar las particularidades del español rioplatense. Está basado al 99 % en el excelente trabajo de Alberto J. Miyara (al que agradecemos su generosidad), en su diccionario argentino-español. El esquema es: palabra argentina–palabra española-comentarios o explicación (PA-PE-CE).
Sacarse. Quitarse una prenda. Cuando en España se dice: me quito la americana, en Argentina: me saco el saco.
Saco. Americana. Chaqueta que completa un traje pero muy raramente se usa en el sentido de receptáculo.
Salida de baño. No es el acto de emerger de la ducha, sino el albornoz.
Salsa golf. Es lo que se obtiene mezclando mayonesa con kétchup y cantidades menores de otros aditivos, o sea salsa rosa.
Sándwich. Bocadillo. Pero en España los sándwiches son solo los que se elaboran con pan de molde: esos se llaman en Argentina sándwiches de miga.
Seco. Sin blanca. O sea, persona que se quedó sin dinero.
Semillero. En terminología deportiva, cantera.
Semillitas. Pipas. Así, la palabra argentina refleja el hecho de que se trata de semillas de girasol, tostadas y saladas.
Seña. Señal (en comercio). Cantidad de dinero que se deja en una tienda como confirmación de la promesa de comprar algo.
Senda peatonal. Paso de cebra.
Sube y baja. Balancín. Juego en que dos niños, situados en los extremos de una tabla que pivota sobre una barra horizontal, se impulsan con sus pies con fuerza creciente, y pierde el que salga proyectado por el aire.
Subte. Metro. Dicho de otro modo: ferrocarril metropolitano subterráneo.
Suspenso. Suspense. Castellanización total de un anglicismo que en España quedó como el original.
Tablero. Salpicadero de un coche.
Taca-taca. Ninguna relación con andadores de bebés, ciertamente. En argentino, taca-taca es, pues, un adjetivo y quiere decir al contado, contante y sonante.
Tacho. Papelera, cubo. O sea, cesto para tirar papeles y otras basuras. También, cualquier recipiente metálico o plástico más o menos voluminoso. Así, irse al tacho es fracasar estrepitosamente.
Tacos. Tacones de zapatos. No se usa en el sentido de insulto ni de año de edad.
Talle. Talla.
Tambo. Vaquería. Establecimiento donde se produce leche, además de venderse.
Tano. Un italiano. Deriva de napolitano. Evidentemente, no se usa precisamente para halagar a los oriundos de la península itálica.
Tapado. Abrigo, y además, de los gruesos. Debería ser tapador, porque el que es tapado es el usuario, pero así es el idioma.
Tarro. Además del recipiente, suerte. Así, una persona con mucho tarro es suertuda. Sin embargo, no se usa tarro en el sentido de cabeza.
Tarta. Pastel de frutas o verduras, con base y, también opcionalmente, tapa, ambas de hojaldre. Pero no debe confundirse con la tarta española, que es la torta argentina.
Tatadiós. Santateresa, o sea, mantis religiosa.
Ta te ti. Juego de Tres en raya.
Tela. Pasta.
Telgopor. Poliexpan. Y cada país con su nombre, como se ve en el enlace.
Terapia intensiva. Unidad de cuidados intensivos. Las siglas UCI tampoco se entienden en Argentina.
Tintura. Tinte para el cabello.
Tiradores. Tirantes. O sea, tiras de tela que sirven para suspender de los hombros el pantalón.
Tiro libre. Lanzamiento de falta.
Toallitas. Compresas femeninas.
Tomar. Se puede usar para beber, igual que en España, pero no para comer, a diferencia de España.
Tomar sol. Tomar el sol.
Topadora. Tractor oruga, es decir, buldócer.
Torta. Tarta.
Tragamonedas. Tragaperras.
Transar. Besuquearse y manosearse, si es posible en público.
Transferencia. Traspaso. O sea, operación en la que se cambia de titularidad algo.
Tránsfuga. Maleante o crápula. Sin embargo no se usa en el sentido de político que se cambia de partido.
Trapo rejilla. Bayeta.
Travesaño. Larguero, en el fútbol.
Trucho. Falso, ilegal, o también irregular.
Truco. Truque. Juego de cartas.
Turno (de). De guardia. Ciertamente aplicado a farmacias.
Y así acabamos Sacarse turnos, la undécima entrega de este Diccionario argentino-español. Próxima y última: De ufas a zorrinos.